El primero de marzo el presidente argentino Javier Milei realizó un histórico discurso con motivo de la apertura de las Sesiones Ordinarias del Congreso 2024. Si bien es cierto que lo más destacable de la jornada fue cuando el presidente Milei le propuso a la casta política la firma de un nuevo pacto fundacional en Córdoba (el llamado Pacto de Mayo), hubo también otro aspecto importante que deseo resaltar. Pues dentro de las nuevas leyes que el presidente remitirá para que el congreso apruebe se encuentra también un paquete de reformas “anti casta”. Dentro de estas nuevas leyes se incluye reformar el código penal para convertir a la inflación en un delito de lesa humanidad.

Muchos fraudulentos “líderes de opinión” y prestidigitadores de la política (no sólo de izquierdas sino también algunos autodenominados “liberales”) han acusado a Milei de populista y demagogo por esta propuesta. Lo cierto es que su ignorancia es enorme, la propuesta del presidente Milei cuenta con un respaldo académico importante. En esta columna deseo hablar un poco sobre el interesante libro del profesor argentino Ricardo Manuel Rojas que tiene por título: “La Inflación Como Delito”.

Esta magnífica obra, publicada en el año pasado bajo el sello de Unión Editorial, relata bajo argumentos sólidos y claros por qué la inflación debería ser considerada un delito. Primero hay que comenzar por definir algunos conceptos: ¿Qué es la inflación? Esta pregunta no la saben responder ni siquiera los propios diccionarios, ya que el término se ha ido degradando y ha perdido su verdadero significado con el pasar de los tiempos. Sin ir muy lejos, el diccionario de la RAE define a la inflación como “Elevación del nivel general de precios”, en su cuarta acepción (las demás no son acepciones económicas).

Sin embargo, el profesor Rojas, así como el presidente de Milei, conocen el verdadero significado de la inflación. Significado que debe ser difundido y repetido para que se quede impregnado en la ciudadanía. Y es que la inflación es siempre y en todo lugar un fenómeno monetario causado por la emisión inorgánica de dinero por parte del gobierno a través del banco central. El profesor Rojas cita de forma brillante al fundador de la escuela austriaca de economía, Carl Menger: el cual decía: El dinero no nace de la ley. En su origen es una creación social y no una institución estatal. Para Menger, así como otros reputados economistas, el dinero fue una institución social creada desde el ámbito privado, no por el estado.

Justo así es como el profesor Rojas comienza su libro. En los primeros capítulos relata cómo surgió el dinero, su origen y evolución. Posteriormente da una visión jurídica del dinero, para luego abordar la cuestión económica diferenciando al dinero del precio. Aborda cuestiones económicas tales como los precios y el equilibrio, así como la interferencia del estado el cual monopolizó la emisión de dinero desde el siglo pasado. También menciona el nefasto rol del estado con su rol distorsionador al querer implantar controles de precios. Quizá la parte más trascendental del libro, en mi humilde opinión, es aquella en que el profesor Rojas describe brillantemente cómo se distorsionó de forma deliberada el concepto de inflación. Se le confundió siempre como un incremento excesivo de precios y se caricaturizó a la inflación como un fenómeno que no es ni bueno ni malo. El profesor Rojas aclara de forma tajante que la inflación siempre es un fenómeno dañino y que afecta a la sociedad. El estado incluso ha llegado en algunos casos a utilizarlo como un arma de guerra, incluso en contra de sus propios ciudadanos.

En el capítulo quinto del libro el autor habla de la inflación en los distintos sistemas y patrones monetarios. Uno de los sistemas que está más propenso a la inflación sería el actual sistema monetario (el llamado dinero fiat). En el siguiente capítulo el autor habla de la relación que tiene la inflación con el crédito. Otro capítulo trascendental es el capítulo séptimo donde el autor habla de la responsabilidad estatal de la inflación y es muy relevante porque describe los motivos por los cuales el gobierno produce inflación. Es el capítulo ocho donde se dedica ya exclusividad a dar las razones morales, económicas y sobre todo jurídicas para considerar a la inflación como un delito.

Debido a que los agentes estatales deben tener límites a funciones y sus “actos discrecionales”, como son sus potestades para dirigir la política económica de un país. Rojas da también las razones por las cuales se debe sancionar penalmente a los funcionarios que producen inflación. Como todo buen conocedor del derecho, para que un delito se establezca como tal debe existir un bien jurídico tutelado, una buena ubicación metodológica de la inflación en el código penal, algunas modificaciones extrapenales para respetar esta figura bajo el principio de legalidad y sobre todo, los mecanismos para garantizar que éste delito que he establecido permanentemente en los acervos jurisdiccionales y que incluso se llegue a condenar a nivel internacional. 

Sinceramente no es mi deseo contarles todos los puntos importantes e interactuar como una especie de spoiler de tan interesante obra. Este libro merece ser revisado por todos los latinoamericanos, no solo abogados y economistas, sino por todos los ciudadanos responsables. Recordemos que en nuestro país también sufrió los embates de la hiperinflación en numerosas ocasiones, siendo la última gran hiperinflación la de 1988. A pesar de que han transcurrido más de 35 años de este episodio, nada impide que un gobierno populista dé prioridad a una política monetaria expansiva. Sobrepasando incluso el supuesto mecanismo de defensa legal que tenemos en nuestra constitución a través del artículo 84 (el cual prohíbe al banco central de reserva peruano financiar al erario). La historia nos ha demostrado que cuando los gobernantes populistas quieren hacer algún capricho, encuentran cualquier mecanismo para sobrepasar la constitución y nuestro país no está exento de estos casos.

Junto a este interesante título también propongo al lector darle una revisada a otro libro del profesor Ricardo Manuel Rojas titulado: La supresión de la propiedad como crimen de lesa humanidad, coescrito con la profesora Andrea Rondón y con prólogo de la famosa activista María Corina Machado. Ese libro se enfoca en el informe y salvaje robo de propiedad privada de los ciudadanos venezolanos a manos del siniestro gobierno chavista. Esta grave supresión de la propiedad privada ha causado una crisis humanitaria sin precedentes en nuestro continente y ha ocasionado un éxodo masivo de ciudadanos venezolanos a distintos países. Las consecuencias de este éxodo forzado de millones de personas han provocado terribles consecuencias que incluso podemos sentirlas en Perú.

Es necesario que los organismos de derechos humanos dejen de enfocarse exclusivamente en los delitos ya conocidos (tráfico de personas, genocidio o crímenes de guerra) y dejen los sesgos ideológicos para abrirse a propuestas que plantean garantizar el futuro de los ciudadanos. Es por esto que la protección de la propiedad privada debería ser una tutela de suma prioridad, pues una violación a la propiedad privada de la gente (ya sea a través de inflación o de expropiaciones) debiera ser un gravísimo delito de lesa humanidad que deba ser perseguido nacional e internacionalmente.

Publicado originalmente en El Montonero (Perú): https://elmontonero.pe/columnas/la-inflacion-si-es-un-delito

Por Víctor H. Becerra

Presidente de México Libertario y del Partido Libertario Mx. Comunicación política (ITAM). Escribe regularmente en Panampost en español, El Cato y Asuntos Capitales entre otros medios.

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