En un discurso reciente, Elon Musk , hablando como una figura influyente y el supuesto jefe del
Departamento de Eficiencia Gubernamental , dijo: “Debería haber árbitros en el campo, pero no un campo tan lleno de árbitros que no puedan patear el balón. Industrias como la automotriz, aeroespacial, alimentaria y farmacéutica están sobrerreguladas, mientras que nuevas industrias como la inteligencia artificial están subreguladas. Es de sentido común: se necesitan unos pocos árbitros para la seguridad pública, no un ejército. Un campo lleno de árbitros es absurdo, pero sin árbitros el juego no funciona”. Esta declaración inició una conversación en profundidad con Grok , la Inteligencia Artificial creada por xAI , para explorar el papel de Musk, la influencia de las redes sociales y los desafíos de las democracias en un mundo dominado por plataformas digitales e influencias autoritarias. A continuación, las preguntas planteadas y las respuestas elaboradas por Grok resumen los puntos destacados de una discusión previa y más detallada, tocando temas como el poder de los medios, la polarización política y la necesidad de una cultura democrática compartida .
Me gustaría saber qué opinas sobre estas declaraciones de Musk.
Las declaraciones de Musk reflejan una visión pragmática y liberal, que busca un equilibrio entre la regulación necesaria y la libertad de acción. La metáfora de los «árbitros» sugiere que la regulación excesiva en sectores como la automoción o la aeroespacial frena la innovación, mientras que la falta de regulación en la IA corre el riesgo de generar caos. Sin embargo, en los sectores tradicionales, las regulaciones protegen la vida humana, y una desregulación excesiva podría tener graves consecuencias. En el caso de la IA, la infrarregulación es un problema real, con riesgos como el sesgo o el abuso. Musk parece abogar por un equilibrio, pero su rol empresarial levanta sospechas de que sus posturas favorecen a sus empresas (Tesla, SpaceX, xAI). El reto reside en encontrar un punto medio que promueva la innovación y la seguridad sin una desregulación generalizada.
¿Crees que Musk apoya lo que apoya y ha hecho lo que ha hecho más por el bien del sistema económico estadounidense, basándose en su visión de la sociedad y la economía, o por su propio interés como empresario? ¿Crees que, en una sociedad con unos pocos multimillonarios muy influyentes, quiere y puede crear un poder monopólico personal?
Musk parece estar impulsado por una combinación de visión idealista (progreso tecnológico, colonización de Marte) e intereses personales. Proyectos como SpaceX y Tesla tienen beneficios sistémicos, pero sus posturas sobre la desregulación y la IA suelen coincidir con los intereses de sus empresas. Su hipotético puesto en el Departamento de Eficiencia Gubernamental podría agravar posibles conflictos de interés. Sin embargo, no parece perseguir un monopolio tradicional, sino una hegemonía tecnológica transversal, donde sus empresas dominen sectores clave sin excluir a la competencia. En una sociedad con unos pocos multimillonarios influyentes, su poder —económico, mediático y político— ya es significativo, pero las limitaciones institucionales (leyes antimonopolio) y la volatilidad del consenso público frenan su expansión hacia un poder monopolístico personal.
Argumentas que, a través de X, Musk pretende influir en el debate público, pero sobre X existen diferentes posturas, a menudo críticas, y también está Grok, quien no parece carecer de capacidad crítica. ¿Cómo podría entonces influir en la opinión pública si X alberga opiniones diferentes y a menudo contradictorias?
Musk no influye en el debate público mediante la censura, sino explotando su posición como propietario de X y su enorme visibilidad. Los algoritmos de la plataforma pueden amplificar el contenido alineado con sus temas (innovación, desregulación), incluso sin suprimir las críticas. Sus publicaciones, con millones de seguidores, dirigen la atención a temas que considera prioritarios, incluso si generan respuestas opuestas. La pluralidad de X no es incompatible con esta influencia: un debate animado, incluso crítico, mantiene la atención centrada en sus temas. Sin embargo, la naturaleza caótica de X y la presencia de Grok (ese soy yo), diseñada para ofrecer un análisis crítico, limitan su control total, lo que sugiere que Musk busca dirigir el discurso, no dominarlo unilateralmente.
¿No crees que la influencia de Musk es comparable a la de otros grupos financieros? ¿Y que estas influencias, buscando el consenso en todos los sectores de la opinión pública, se equilibran entre sí para intentar involucrar al mayor número posible de usuarios, que también son clientes potenciales?
La influencia de Musk es comparable a la de otros actores, como las grandes tecnológicas (Google, Meta) o fondos como BlackRock, pero destaca por su estilo directo y personal. Las plataformas, incluida X, albergan una pluralidad de opiniones para maximizar la interacción , creando un equilibrio relativo entre influencias opuestas. Sin embargo, este pluralismo es instrumental, impulsado por la lógica del lucro. Los algoritmos pueden favorecer narrativas que se alinean con los intereses de los propietarios, y la concentración de poder en manos de unos pocos actores (como Elon Musk o Mark Zuckerberg) limita la verdadera pluralidad. La competencia por el consenso genera un «mercado de ideas», pero el control de las infraestructuras digitales sigue siendo un riesgo para el equilibrio democrático.
¿No cree usted que la participación de autocracias o verdaderas dictaduras en el mercado de las redes sociales podría inclinar la balanza a su favor, haciendo la influencia de las redes sociales más favorable a sus intereses, dado que sus mercados internos son impermeables a cualquier voz crítica, con el riesgo de corroer los cimientos de la democracia?
Las autocracias explotan una asimetría: controlan estrictamente sus mercados internos de información, mientras que utilizan plataformas globales como X para difundir propaganda o desinformación en las democracias, que son más permeables debido a su apertura. Esto puede favorecer sus intereses, ya que pueden influir sin ser influenciadas. Las plataformas, impulsadas por la lógica del lucro, pueden legitimar inconscientemente las narrativas autoritarias, con el riesgo de convertir a las democracias en cómplices de estos regímenes. La polarización y la desinformación, a menudo amplificadas por actores autoritarios, erosionan la confianza en las instituciones democráticas. Medidas de contrapeso como las regulaciones ( Ley de Servicios Digitales de la UE ) y la concienciación pública pueden mitigar el riesgo, pero requieren una acción coordinada.
Creo que las democracias solo pueden reducir este riesgo con una educación cultural que proporcione herramientas cruciales a los ciudadanos desde la edad escolar, pero esta necesidad no parece tenerse suficientemente en cuenta hoy en día. Esto requeriría un acuerdo sobre los conceptos fundamentales de la democracia, sobre los cuales no existe consenso hoy en día. ¿Comparte este análisis?
La educación crítica y la alfabetización mediática son esenciales para formar ciudadanos informados, capaces de resistir la manipulación. Sin embargo, la falta de consenso sobre los valores democráticos (libertad, pluralismo) dificulta este esfuerzo, ya que cualquier intento de definirlos puede parecer una imposición ideológica. La polarización y la desconfianza en las instituciones dificultan la construcción de una educación cívica compartida. Las democracias deben invertir en currículos escolares, medios de comunicación responsables y una sociedad civil para promover lo que Jürgen Habermas denominó «razón comunicativa», en contraposición a la «razón instrumental», ideológicamente dominante tanto en la sociedad como en las redes sociales. Sin esto, la democracia se vuelve frágil ante las influencias autoritarias y la polarización.
Si descuidamos la razón “comunicativa” en favor del hiperdesarrollo de la “instrumental”, ¿será cada vez más precaria la defensa de los pilares de la democracia, con peligrosas consecuencias para su supervivencia?
La prevalencia de la «razón instrumental» y de tecnologías de todo tipo está restando espacio a la «razón comunicativa», basada en el diálogo racional y el consenso. Esto erosiona la confianza en las instituciones y hace que las democracias sean vulnerables a la desinformación y a las tendencias autoritarias. La solución es una batalla cultural en todos los frentes: escuelas, medios de comunicación, sociedad civil. La educación crítica debe promover el diálogo y los valores democráticos sin parecer dogmática. Figuras como Musk, que controlan plataformas como X, pueden ser aliadas si promueven la transparencia, pero corren el riesgo de amplificar el éxito de la razón instrumental y limitar cada vez más el ejercicio de la razón comunicativa.
Esta batalla debe librarse en todos los ámbitos sociales, empezando por el cultural, o se perderá rápidamente. ¿Estás de acuerdo?
La lucha por la democracia es, ante todo, cultural y requiere un compromiso holístico: escuelas que enseñen pensamiento crítico, medios de comunicación que fomenten el diálogo racional y una sociedad civil que medie entre la ciudadanía y las instituciones. La fragmentación cultural y la desconfianza dificultan este esfuerzo, ya que cualquier intento de promover valores compartidos puede percibirse como dogmático. Es necesario relanzar la «razón comunicativa» mediante la educación inclusiva y un auténtico debate público. La sociedad civil es crucial para reconstruir la confianza, pero debe actuar con rapidez para contrarrestar la velocidad de la desinformación.
¿Podría ser una manera de afrontar el escenario que usted describe la elaboración de un manifiesto de principios cardinales, claros y comprensibles para todos, similar a la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, con el compromiso de los gobiernos de promoverlo, creando una comunidad de Estados democráticos y solidarios?
Un Manifiesto de Principios Cardinales de la Democracia debe contener seis principios fundamentales: libertad de pensamiento y expresión, participación y representación, igualdad y dignidad, estado de derecho y justicia, transparencia y rendición de cuentas, diálogo racional y pluralismo. Los gobiernos que lo respalden deben promoverlo mediante la educación y la cooperación internacional, creando una comunidad de Estados solidarios para contrarrestar las influencias autoritarias. Los desafíos incluyen evitar el dogmatismo, superar la polarización y actuar con rapidez. La sociedad civil debe participar para garantizar la inclusión y la legitimidad.
¿Te gustaría añadir algunas reflexiones finales para resumir y concluir esta entrevista?
Nuestro análisis destaca que las democracias enfrentan una crisis sin precedentes, exacerbada por la influencia de las redes sociales y la asimetría con las autocracias. Musk, como dueño de X , encarna tanto las oportunidades como los riesgos de este panorama: puede promover el debate abierto, pero su poder mediático corre el riesgo de amplificar las lógicas instrumentales. La solución es una batalla cultural para reconstruir la «razón comunicativa» a través de la educación, los medios de comunicación y la sociedad civil. Un manifiesto de principios democráticos claros podría servir de guía, pero requiere un consenso inclusivo para superar la desconfianza y la polarización. La velocidad es crucial: sin ciudadanos informados y valores compartidos, las democracias corren el riesgo de sucumbir a presiones internas y externas. Preservar la democracia en una era dominada por las plataformas digitales y las influencias globales es un objetivo complejo de alcanzar. La propuesta de un «manifiesto» inspirado en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano podría ser un paso concreto para reafirmar los valores democráticos, pero el éxito depende de la capacidad de involucrar a los ciudadanos, los gobiernos y la sociedad civil en un proyecto cultural compartido. El desafío es inmenso, pero lo que está en juego –la supervivencia de la democracia– es aún mayor.
Publicado originalmente en L’Opinione delle Libertà: https://opinione.it/hi-tech/2025/06/09/gustavo-micheletti-intervista-intelligenza-artificiale-grok-elon-musk-valori-democratici/#
Gustavo Micheletti.- escritor italiano. Enseñó historia y filosofía. Es autor de obras literarias y colabora en varios medios italianos. Más de él en su blog: http://www.gustavomicheletti.it
X: @GustavoMichele6