Fue eje de debate, resistencia y adaptación. Y también su levantamiento fue promesa de Javier Milei en la campaña presidencial. Desde el lunes no existirá.

La historia reciente de la economía argentina no puede entenderse sin el cepo cambiario. Esta medida, que impuso fuertes restricciones al acceso al dólar, se convirtió en un símbolo de la intervención estatal en el mercado de divisas. Desde su aparición en 2011 hasta su levantamiento en abril de 2025, el cepo fue eje de debate, resistencia, adaptación y también de distorsiones que afectaron la vida cotidiana de millones.

El “cepo” comenzó oficialmente en octubre de 2011, cuando el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner decidió establecer controles más estrictos sobre la compra de dólares. En ese momento, la pérdida de reservas, la creciente demanda de divisas por parte del público y un entorno de incertidumbre económica llevaron a las autoridades a restringir el acceso al mercado oficial de cambios. Así nació un sistema en el que cada persona debía justificar su capacidad adquisitiva ante la AFIP para acceder a moneda extranjera.

En sus primeros años, el cepo no solo buscó frenar la fuga de capitales, sino también sostener artificialmente el valor del peso. Sin embargo, lejos de resolver el problema, lo multiplicó: nacieron mercados paralelos como el dólar blue, se generalizó la informalidad cambiaria y aumentó la brecha entre el tipo de cambio oficial y el real. A la vez, muchas empresas comenzaron a tener dificultades para importar, girar dividendos o planificar inversiones.

En diciembre de 2015, el presidente Mauricio Macri levantó las restricciones con el objetivo de normalizar la economía. Por un breve período, el dólar flotó libremente, y los mercados celebraron la decisión. No obstante, la falta de respaldo en reservas y un déficit fiscal persistente derivaron en una nueva crisis cambiaria en 2018, que obligó al gobierno a restablecer controles. El retorno del cepo fue parcial al principio, pero terminó siendo tan riguroso como el original.

El gobierno de Alberto Fernández profundizó el esquema de restricciones. En medio de la pandemia, se implementaron cupos mensuales (USD 200), se aplicaron impuestos adicionales (el 30% del impuesto PAIS y un 35% a cuenta de Ganancias) y se consolidó un sistema de múltiples tipos de cambio. El acceso al dólar se convirtió en un laberinto legal y financiero.

Con la llegada de Javier Milei al poder en diciembre de 2023, se inició una transición hacia la apertura. Tras una serie de reformas estructurales, reducción del déficit fiscal y un acuerdo reciente con el FMI por USD 20.000 millones, el Banco Central anunció el 11 de abril de 2025 el fin del cepo. A partir de ahora, el dólar podrá flotar dentro de una banda entre $1.000 y $1.400, sin restricciones para personas físicas ni jurídicas.

El levantamiento del cepo es un punto de inflexión. Marca el cierre de un ciclo que duró más de una década y que dejó huellas profundas en la economía y en la cultura financiera del país. Sin embargo, los desafíos continúan: la inflación aún es alta, la economía busca estabilidad y la confianza de los mercados necesita consolidarse. El final del cepo es apenas el comienzo de una nueva etapa.

Publicado por LM Neuquén: https://www.lmneuquen.com/pais/el-cepo-cambiario-argentina-historia-una-medida-que-marco-una-era-n1185971/amp

Por Víctor H. Becerra

Presidente de México Libertario y del Partido Libertario Mx. Presidente de la Alianza Libertaria de Iberoamérica. Estudió comunicación política (ITAM). Escribe regularmente en Panampost en español, El Cato y L'Opinione delle Libertà entre otros medios.

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