Exploremos una perspectiva libertaria para abordar el mantenimiento de nuestras calles y avenidas, un tema que a menudo ha estado vinculado con la corrupción y la ineficiencia gubernamental.

La obra pública es un asunto que nos ha llevado a cuestionar cómo los partidos políticos y el gobierno aprovechan su poder para su beneficio personal. Aunque es innegable que nuestras calles y avenidas requieren atención constante, no podemos pasar por alto el hecho de que la corrupción se ha arraigado en este campo.

Entonces, ¿cómo podemos garantizar que nuestras calles principales, que no son susceptibles de ser propiedad privada, se mantengan en óptimas condiciones? La respuesta a esta pregunta comenzó a esclarecerse en un momento inesperado: mientras conducía, me encontré con alguien que estaba reparando baches a cambio de una pequeña contribución voluntaria. Este acto aparentemente simple planteó dos cuestiones fundamentales: la importancia de calles en buen estado y la voluntad de las personas para reconocer y apoyar el esfuerzo de su mantenimiento.

A partir de esta reflexión, surgió una idea más amplia: ¿qué tal si desarrollamos este concepto aún más? Imaginen una fundación llamada “Vías Libres”, cuyo objetivo sea la reparación de calles sin fines de lucro. Esta fundación sería financiada exclusivamente mediante donaciones voluntarias de los usuarios que deseen transitar por calles bien conservadas.

En este enfoque, los principales beneficiarios y contribuyentes serían los propios usuarios de las vías. Desde automovilistas hasta taxistas, conductores de aplicaciones y servicios de transporte, todos aquellos interesados en transitar por calles en buen estado tendrían un incentivo directo para contribuir a su mantenimiento.

Este modelo, alineado con los principios libertarios, podría obtener la autorización de hacienda como una donataria autorizada, permitiendo a las personas eludir el pago de impuestos y, al mismo tiempo, financiar el cuidado de las calles de manera voluntaria. Con esta estructura, se desencadenarían varias soluciones:

1. *Asignación directa de recursos:* El usuario paga por lo que usa, asegurando que los fondos se destinen de manera eficiente.


2. *Reducción de la corrupción:* Al eliminar la intermediación política, se acaba con la corrupción y el favoritismo en la asignación de contratos.


3. *Mejora de la calidad:* La competencia entre constructores incentivará la búsqueda de la mejor relación costo-calidad-tiempo.


4. *Transparencia:* La fundación operaría con total transparencia, manteniendo libros contables abiertos y ofreciendo información pública.

En definitiva, “Vías Libres” es un enfoque revolucionario para el mantenimiento de nuestras calles y avenidas. No solo promueve la participación ciudadana y el poder de elección individual, sino que también desafía el status quo al reducir la interferencia gubernamental y fomentar la competencia y la eficiencia.

En próximas entregas, exploraremos más a fondo este concepto y cómo podría ser implementado en la realidad. ¡Hasta entonces, mantengámonos abiertos a nuevas formas de abordar los desafíos que enfrenta nuestra sociedad!

Miembro del Partido Libertario Mx, residente en el centro del país.

Twitter: @RodSalazarAdams

Por Víctor H. Becerra

Presidente de México Libertario y del Partido Libertario Mx. Comunicación política (ITAM). Escribe regularmente en Panampost en español, El Cato y Asuntos Capitales entre otros medios.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *