“En una verdadera democracia, cada generación es un nuevo pueblo” – Alexis de Tocqueville
En esta ocasión, daremos un breve paseo por la historia de Taiwán o Formosa.
Hablaremos sobre los famosos valores asiáticos que actualmente son el faro ideológico de varios países de la zona, y que representan al espíritu colectivista imperante en la cultura asiática. Finalmente exploraremos el trasfondo sociológico detrás de la negativa de China para reconocer la autodeterminación de Taiwán. Situación que se repite en el caso de Hong Kong y que se refleja en diversos conflictos que china mantiene con los territorios colindantes, como la India y Vietnam.
La isla de Taiwán originalmente estaba poblada por pueblos malayos y polinesios. Fue descubierta por los portugueses en 1590, quienes le llamaron Illha Formosa (Isla hermosa). En 1624 el sur de la isla fue ocupada por los holandeses, hasta que en 1662 fueron expulsados por el líder manchu Koxinga, quien ocupo parte de la isla. A finales del siglo XVII la isla de Formosa fue conquistada por el emperador Kang Xi, integrándose el territorio al imperio chino. Y se mantuvo así hasta la guerra chino-japonesa de 1984 a 1985, en donde la isla fue cedida durante 50 años a Japón a través del acuerdo de Shimonoseki. Sin embargo, en la conferencia de Potsdam de 1945 se decidió la devolución de la isla de Formosa a China después de la dura derrota de Japón en la segunda guerra mundial.
En 1905, el líder revolucionario Sun Yat Sen, fundo la sociedad de la alianza que fue una organización revolucionaria para acabar con la monarquía Manchu e instaurar un modelo republicano en china. Después de varias revueltas y fracasos, logra constituirse como el primer presidente de china gracias a la revolución de Xinhai en donde el emperador abdicaría en favor de la conformación de una república china. Una vez llegado al poder, Sun Yat Sen formaría el Kuomintang o partido nacionalista chino. Mas no lograría mantenerse mucho en el poder pues seria desplazado por el general Yuan Shikai, quien se haría del control absoluto hasta su muerte en 1916. En 1927 inicia en china una guerra entre el Kuomintang, dirigidos por Chiang Kai Shek y los comunistas, lidereados por Mao Zedong. Guerra que se prolongara hasta el 1 de octubre de 1949 cuando los comunistas salen victoriosos y logran instaurar en Pekín la república popular china. Es en ese momento cuando Chian Kai Shek y su gente se auto exilian a la isla de Formosa, junto con mas de dos millones de civiles. Por supuesto, pronto surgen conflictos con los pobladores autóctonos de la isla. Sin embargo, Chian Kai Shek se hizo con el control de todo el territorio y se mantuvo en el poder de manera dictatorial hasta el año de su muerte en 1975. En 1978, le remplazo su hijo, quien gobernó hasta 1988, cuando falleció. Y es a partir de esta fecha, con la llegada de Lee Teng Hui a la presidencia, que se termina del todo la ley marcial que había dominado la isla y se iniciaría un proceso de democratización. Proceso que se concretara hasta 1996 cuando por fin se celebrarían, por primera vez, elecciones presidenciales por sufragio universal. A partir de este momento Taiwán logra una gran apertura económica y libertades individuales que lo llevarían a ser un icono de libertad para aisa y para todo el mundo. Además de lograr un gran éxito económico, la sociedad taiwanesa ha alcanzado importantes libertades individuales. Por ejemplo, en 2017 el tribunal constitucional de Taiwán dictamino que las personas del mismo sexo tenían derecho a casarse, convirtiéndose en el primer país asiático en proteger esta libertad fundamental.
Regresando un poco en la historia, vale la pena repasar el proceso de apertura de la economía de Taiwán. Proceso que se da a partir de 1952 con la sustitución de importaciones. En donde la isla fue pasando a una economía cada vez menos planificada, promoviéndose una economía orientada al exterior. Lográndose con ello una fuerte promoción a las exportaciones entre 1958 y 1972. Para ello, se dieron incentivos fiscales y se crearon zonas libres de exportación, como la de Kaohsiung. Que se convirtió en uno de los puertos de contenedores mas importantes del mundo. Además, a través de incentivos fiscales se atrajo la inversión extranjera. Lográndose un aumento de las exportaciones de 164 millones de dólares en 1960 a 2979 millones de dólares en 1972, gracias a que se pasó de la producción agrícola a la producción industrial. A partir de 1981 la industria de Taiwán dio un fuerte giro a la industria de la tecnología y, a través de las políticas dirigidas al incremento de la liberalización de la economía, el desarrollo de esta industria fue enorme. Se desregulo el movimiento de capital, los tipos de interés y el tipo de cambio. Se eliminaron los controles a las importaciones, se redujo la protección arancelaria y partir de 1994 se privatizaron varias empresas públicas. Este modelo le ha permitido a Taiwán alcanzar exportaciones de hasta 330,000 millones de dólares en el año 2019, siendo un territorio con tan solo 23 millones de habitantes. Es decir 110,000 millones de dólares por arriba de las exportaciones de Brasil en ese mismo periodo. Y es así como Taiwán logro posicionarse en el 2021 como el sexto país más libre económicamente del mundo en la última evaluación realizada por la fundación Heritage. Logrando un PIB Per Capita de 28,553 dólares, según el fondo monetario internacional.
Mencionemos rápidamente el contexto territorial de China. Tiene fronteras con Rusia, Corea del norte, Mongolia, Kazajistán, Afganistán, Myanmar, Bután, Nepal, India Kirguistán, Laos, Tayikistán, Vietnam y Pakistán. Además de las zonas especiales de Macao y Hong Kong. Y, por supuesto, la isla de Formosa o mejor conocida como Taiwán. China, mantiene conflictos con varios de ellos, como la India, Vietnam y Bután. Además de los conflictos con malasia y filipinas por las políticas expansionistas de China, conato conocido como el conflicto territorial del mar de la China meridional. China, posee un territorio de 9,596,960 kilómetros cuadrados y una población de 1411 millones de habitantes. Es difícil entender el interés por una política expansionista cuando se posee un territorio y una población tan grandes. Es decir, ¿para que mas territorio y para que más seres humanos como parte de la república popular china? Sobre todo, cuando durante tantos años se mantuvo la terrible política que le impedía a los chinos tener más de un hijo. Por el contrario, uno pensaría que lo más sensato seria, no una política expansionista, sino una secesionista. Es difícil entender la obsesión del partido comunista chino de anexar por la fuerza a Hong Kong y Taiwán cuando tienen tanto por hacer con el territorio y la población que ya está bajo su control.
Finalmente, abordemos los “valores asiáticos” que consisten en cinco principios de corte confucianista. Originalmente fueron adoptados por el ex primer ministro de singapur Lee Kuan Yew, como su filosofía. Posteriormente fueron adoptados por otros políticos de la zona como el actual presidente de china y secretario general del partido comunista chino, Xi Jinping. Estos cinco principios son los siguientes: 1) La nación antes que la comunidad (étnica), y la sociedad por encima de uno mismo; 2) La familia como la unidad básica de la sociedad; 3) Respeto y apoyo de la comunidad al individuo; 4) Consenso en lugar de conflicto; 5) Armonía racial y religiosa. Surgieron como bandera contra los principios occidentales de libertad individual, derechos individuales y libre autodeterminación. Los políticos que han adoptado los valores asiáticos como su bandera lo han hecho en contraposición a los valores liberales y al sistema de democracia liberal. Pero ¿Por qué causa tanto rechazo la individualidad? Pues, es simple: hay un fuerte trasfondo cultural. Y en el caso de china, lo podemos observar como un trasfondo constante que va desde los primeros párrafos de las analectas de Confucio hasta el libro rojo de Mao Zedong, y se extiende hasta los cinco principios asiáticos que guían en la actualidad las políticas de la zona. Consiste en la idea de que lo colectivo -como trascendental- debe estar siempre por encima de lo individual.
Y es que, tanto para Mao como para Confucio, lo colectivo esta, de principio a fin, por encima del individuo. Y esta concepción podemos ver que se mantiene en los cinco principios asiáticos que ahora son la guía ideológica de china y otros países de la zona. El primer principio lo deja muy claro: “La nación antes que la comunidad, y la sociedad por encima de uno mismo” Es decir, la nación, como ideal, importa más que los individuos que la habitan; la sociedad, como ideal, esta por encima de los seres humanos reales y de carne y hueso que sienten, viven y respiran. Y la familia, no como una correlación de individuos, sino como una concepción trascendental, una esencia, un algo más allá de la realidad puramente interrelacional, esta, también, por encima de los individuos sintientes y que respiran. Esto, por supuesto, es muy conveniente para los autócratas y dictadores que quieren controlar a pueblos enteros en nombre de una esencia colectiva a la que los individuos deben de sacrificarse como corderos, como combustible. Ya no importan los seres humanos, sino la preservación de esa esencia, de ese trascendental, de esa “realidad” más allá de lo concreto y más allá de lo puramente interrelacional. Como si fuese una realidad metafísica de la cual los individuos emanasen y a la cual deben su existencia e, incluso, su vida. Sin embargo, en el fondo, no hay mayor ejercicio de deshumanización que el negar al ser humano real, de carne y hueso, que respira y que tengo frente a mí, en nombre de esa idealización trascendental, metafísica, platónica, a la cual cada individuo debe dedicar su vida, servir y sacrificar su existencia y sus relaciones. Nada más falto de empatía que negar al individuo en nombre de lo ideal.
Por su parte, Confucio, en las analectas, ofrece principios colectivos como los siguientes: “1.2 Un hombre que no esta inclinado a desafiar a sus superiores, nunca fomentara una rebelión” “1.6 En el hogar, un joven debe respetar a sus padres; fuera de él debe respetar a sus mayores. Una vez hecho esto, si todavía tiene energía, dejadlo que se cultive” “1.7 Un hombre que dedica toda su energía a servir a su padre y a su madre y que está dispuesto a dar su vida por su soberano, aunque sea inculto, yo lo llamare un hombre educado” “1.11 Cuando el padre está vivo, observa las aspiraciones del hijo. Cuando el padre está muerto, observa las acciones del hijo. Si tres años después, éste no se ha desviado de las formas de proceder que su padre le instruyo, puede, entonces, llamársele un hijo obediente”. En estas ideas, podemos observar como para el confucianismo, el sometimiento del individuo al colectivo es la base de la sociedad. El individuo debe someterse a los padres incluso después de que estos han muerto. Debe someterse a la comunidad, a la tradición y a los gobernantes. Así, la realidad personal del individuo queda totalmente extirpada de su vida. E, incluso, radicalmente invalidada, pues reconocer y asumir la propia individualidad, la realidad personal, implicaría actuar conforme a las necesidades personales y dejar de lado las exigencias que la tradición, la comunidad y la familia imponen a los individuos. Ahora, ¿Cómo puede el individuo servir, si no existe? Y ¿A quién sirve si tampoco existen otros individuos? Aquí es donde nos encontramos con el problema de fondo, pues a quien se sirve es a la tradición, a la religión, al ideal de nación o de familia, y no a las personas. Y, dado que las tradiciones no son un alguien ni una entidad con conciencia o un ser viviente, entonces ¿A quien se esta beneficiando con todo ese sacrificio de la vida de cada individuo, de millones de individuos en nombre de la tradición? Pues, desgraciadamente, no se esta beneficiando a nadie. El individuo se sacrifica en nombre de un ideal que no tiene cuerpo ni mente ni respira ni vive ni tiene ninguna existencia mas allá del mero imaginario colectivo. es decir, el sacrificio de millones de vidas, de millones de seres humanos, no sirve más que para mantener con vida al imaginario colectivo de X o Y ideal, mientras que la realidad y la vida de esos seres humanos queda en el olvido, y se desperdicia generación tras generación, vida tras vida. Para concluir, recordemos esta frase tan ilustrativa de Mao Zedong: “Se debe servir de todo corazón al pueblo, sin apartarnos nunca de las masas ni por un instante; partir siempre y en cada caso de los intereses del pueblo y nunca de los intereses de ningún individuo o pequeño grupo. E identificar nuestra responsabilidad ante el pueblo con nuestra responsabilidad ante los organismos dirigentes del partido”. Esta frase, deja ver claramente que para Mao los individuos deben ser como un rebaño de ovejas siguiendo ciega y obedientemente a su líder, en nombre del cumplimiento de un ideal colectivo superior, trascendental y por encima de la humanidad y dignidad de cualquier persona.
¿Pero, que tiene que ver todo esto con el acoso de China a la isla de Taiwán? Simple: En nombre de lo colectivo, se sacrifica lo individual. En nombre de ideales colectivos -la tradición, el ideal de nación y la cultura- se rechaza la libre autodeterminación de Taiwán. Tal y como Rusia se niega a aceptar la libre autodeterminación de Ucrania, y de otros muchos pueblos que Rusia quiere seguir manteniendo bajo su control. Curiosamente, tanto los políticos de China como los de Rusia, hablan constantemente de su derecho a la libre autodeterminación, mientras imponen sobre individuos y pueblos un control totalitario y se niegan radicalmente a reconocer y respetar la libre autodeterminación de esos individuos y pueblos. Negándose, siempre, en nombre de ideales colectivos, de esencias colectivas, de realidades colectivas trascendentales e, incluso, de una realidad metafísica colectiva de donde supuestamente emanan todos los individuos y a la cual deben servir y ser sacrificados.
Así es que, entendámoslo de una vez: La idea de sacrificar a lo individual en nombre de ideales colectivos, únicamente lleva a que todos los individuos vivan vidas insatisfactorias y llenas de frustraciones. Y, aplicado a mayor escala, el sacrificio de la individualidad y la libre autodeterminación en nombre de lo colectivo -La tradición, la cultura, la religión, la nación, los valores, etc.- lleva al sacrifico de pueblos enteros y de miles y millones de personas en nombre de esos ideales colectivos. Como paso ya con ucrania, como está pasando con las libertades en Hong Kong y como podría pasar con Taiwán.
“Cuanto más tabúes y restricciones artificiales haya en el mundo, más se empobrece el pueblo”– Lao Tse
Por Tonatiuh Viniegra