Italia ocupa el último lugar en la OCDE en cuanto a habilidades básicas. Liberalizar la educación es la clave para innovar y competir.
La modernidad es un tren en movimiento. La innovación tecnológica, la digitalización y la globalización están transformando el mundo del trabajo y la sociedad a un ritmo vertiginoso, dejando atrás a quienes no pueden seguir el ritmo. En este escenario, uno de los problemas más relevantes es el analfabetismo funcional , definido como la incapacidad para comprender y utilizar eficazmente la información escrita en la vida diaria. Es un fenómeno que no sólo concierne a la incapacidad para leer , sino también para analizar , interpretar y aplicar conceptos complejos, limitando la plena participación de los individuos en la sociedad moderna.
El informe de la OCDE ¿Tienen los adultos las habilidades que necesitan para prosperar en un mundo cambiante? pinta un panorama preocupante: el 27 por ciento de los adultos en los países miembros de la organización tienen habilidades de lectura, escritura y aritmética por debajo del nivel básico. En Italia , los datos son aún más alarmantes. Según datos de la OCDE-Piaac, el 50 por ciento de los adultos italianos tienen dificultades con las habilidades matemáticas fundamentales, mientras que la puntuación media en lectura y comprensión de textos es de 245 puntos, muy por debajo del promedio de la OCDE de 260.
Sin embargo, el analfabetismo funcional no se limita a las habilidades básicas. Según el mismo informe Piaac, el Bel Paese también registra resultados más bajos en la resolución adaptativa de problemas , una habilidad crucial para afrontar situaciones complejas en un entorno dinámico. De hecho, con una puntuación media de 231, se sitúa entre las últimas posiciones, lo que pone de relieve graves dificultades estructurales para adaptarse a las necesidades de la modernidad.
En el frente digital , el panorama es igualmente crítico: un estudio de 2023 realizado por el Ministerio de Educación encontró que el 42 por ciento de los italianos entre 16 y 65 años no tienen las habilidades mínimas para navegar en línea de forma segura.
Las disparidades regionales empeoran aún más la situación. Mientras que el noreste se acerca al promedio de la OCDE en habilidades matemáticas, el sur y las Islas están alrededor de 40 puntos por debajo, perpetuando las desigualdades socioeconómicas.
Además, el Sur , además de arrastrar a la baja los promedios nacionales, logra resultados comparables a los de países menos desarrollados económicamente, como Chile y Portugal .
Esta condición no sólo representa un freno a la productividad económica, con una pérdida estimada de 10 mil millones de euros al año, sino que también compromete la libertad individual , limitando la capacidad de participar activamente en la sociedad moderna. Al respecto, Wilhelm von Humboldt subrayó que: “La educación debe apuntar a desarrollar plenamente el potencial humano, no a moldear a los individuos según objetivos predefinidos”. El analfabetismo funcional no sólo reduce las oportunidades de crecimiento personal, sino que también alimenta la dependencia de sistemas estáticos , sofocando la innovación y la capacidad de iniciativa.
Aparte de esto, la evidencia mencionada de la OCDE-Piaac demuestra que en los últimos diez años Italia no ha logrado mejorar significativamente las habilidades de sus ciudadanos, a pesar de las enormes inversiones públicas. Una de las principales causas de este fracaso reside en el monopolio estatal sobre todo el sistema educativo , que involucra a todas las escuelas, de todos los niveles y universidades, incluidas las privadas. Estas instituciones están sujetas a la autoridad central y periférica del Ministerio de Educación y obligadas a ajustarse al modelo estatal.
Con el tiempo, diversas intervenciones legislativas han fortalecido su enfoque estatista centralizado , regulando las relaciones entre las escuelas públicas y no estatales y relegando a estas últimas a un papel marginal. Se ha consolidado así un sistema holístico, el «sistema educativo nacional», que considera la educación no como un servicio público neutral respecto de quien lo presta, sino como una función exclusiva del Estado .
El enfoque indicado ha vuelto el sistema rígido e incapaz de responder a los desafíos de la globalización y la revolución tecnológica. Otro instrumento de control estatal es la atribución de valor jurídico a las cualificaciones , que no son simples certificados de finalización de una formación, sino certificados públicos expedidos «en nombre de la ley» y destinados a producir efectos jurídicos que ulteriormente Consolidar el poder del Estado sobre la educación.
Como observó Murray N. Rothbard , las escuelas públicas se han transformado en un instrumento de homologación, sofocando la creatividad y la iniciativa, cualidades esenciales para afrontar los cambios. Un hecho emblemático de este atraso es que menos del 20 por ciento de los estudiantes italianos tienen acceso a laboratorios tecnológicos actualizados , en comparación con un promedio de la OCDE de más del 50 por ciento. En cambio, países como Finlandia y Países Bajos han adoptado modelos educativos que favorecen la competencia entre instituciones, independientemente de su carácter público o privado. Esta apertura ha permitido alcanzar mayores estándares de calidad educativa, gracias a una mayor capacidad de adaptarse a los cambios y responder a las necesidades de una sociedad en constante evolución.
Para afrontar los retos del futuro, nuestro país debe repensar radicalmente el sistema educativo . No basta con aumentar el gasto público: se necesita una reforma estructural que haga que la educación sea más flexible y orientada al mercado.
La liberalización del sector, con plena libertad de elección para las familias , es un paso imprescindible. Fomentar la creación de institutos públicos no estatales capaces de competir con los estatales permitiría ofrecer cursos de formación personalizados y alineados con las necesidades del mercado laboral. Además , es necesario fomentar la formación continua , ya que las habilidades no son estáticas sino que requieren una actualización constante. Como destaca el informe de la OCDE, en los países con mejores resultados las empresas desempeñan un papel activo en la formación de los trabajadores, a través de programas de aprendizaje y cursos de actualización profesional. Sólo con un sistema educativo dinámico y liberal Italia podrá preparar a sus ciudadanos para una sociedad en constante evolución y garantizar un futuro de prosperidad y libertad.
Agradecemos al autor el permiso para publicar su artículo, publicado originalmente en L’Opinione delle Libertà: https://opinione.it/societa/2025/01/03/sandro-scoppa-analfabetismo-sistema-educativo-liberta-individuale/