La necesaria reforma en materia de Justicia, tiene que ser al mismo tiempo una reforma integral jurídica, que no sólo incluya al Poder judicial, que es sólo una parte de los procesos, sino también debe incluir a Fiscalías, ministerios públicos, Consejerías Jurídicas y abogados defensores del estado, etcétera. Esto es como en el fútbol, ante fallas, debe al mismo tiempo mejorar la actuación de los árbitros, pero también y aún más, la de jugadores, cuerpo técnico, directivos, etcétera.

El propio presidente López Obrador, en su mañanera del viernes, que sólo alteró al peso y los mercados, dijo: » que el pueblo elija, y no quiere decir que con eso se resuelva mágicamente el problema, porque es complejo.»

Así a confesión de parte, relevo de prueba; la verdad es que la forma en que se elija a Ministros de la Corte y magistrados, no resolverá nada, si no se reforma el actuar de quiénes son partes y son los que se enfrentan en los juicios, o sea Ministerios públicos que tienen el monopolio de la acción penal, la Consejería Jurídica y los abogados del estado, que en muchos por su falta de preparación o por corrupción llevan mal los asuntos y por eso los pierde el estado, y no por culpa del juzgador, incluso regular la actuación ilegal de abogados defensores públicos y privados, etcétera .

Cuales son los problemas, que todos vemos, independientes de filas y fobias partidista, y quisiéramos que se erradicaran totalmente, y que son el las que se funda el presidente López Obrador toma en cuenta para su propuesta, en cuya intención por eso, estamos de acuerdo

Uno, es que hay niveles alarmantes de impunidad, que la mayoría de los delitos ni siquiera llegan a procesos penales, y de los pocos que llegan, a algunos presuntos delincuentes, acusados de graves delitos, se les deja libres o con la posibilidad de llevar su proceso en libertad, incluso por cuestiones, cómo faltas al debido proceso. En síntesis hay muchos criminales en la calle y esa impunidad genera inseguridad.

El otro aspecto el que más ha molestado al presidente López Obrador, es que muchos procesos en los que el estado es parte, desde controversias constitucionales, hasta juicios de amparo, es que el gobierno los ha perdido, ocasionado con ellos un daño a sus propósitos gubernamentales y aún al interés de la sociedad. Pero hay que ver en éstos casos, a que se deben estos juicios perdidos, y son tres supuestos: primera posibilidad, que el gobierno realmente haya violado una norma constitucional o legal, segunda que los abogados del gobierno, hayan sido vencidos en juicio, por los abogados de los particulares, y tercero, si que el juez, haya actuado ilegalmente. Mientras que los más de los estudiosos del derecho, vemos que en los más de los asuntos que pierde el gobierno, es por las dos primeras causas, el proyecto de reforma judicial, creé que la única causa de esas derrotas judiciales, es la tercera, y con ello supone que con tener ministros y magistrados defensores y afines al gobierno y al pueblo que este representa, es suficiente.

No conviene a nadie, y sobretodo al nuevo gobierno que encabezara Claudia Sheinbaum, que se apruebe al vapor una reforma judicial que no sea integral, bien analizada por expertos jurídico, porque si se aprueba y no da resultado o incluso es contraproducente, hubiera más actos ilegales; y se generara inseguridad jurídica y con ello se desalentara la inversión o generara algo tanto o más grave que la impunidad, que es que inocentes estén en la cárcel, por delitos que no cometieron o les inventaron; que se menoscaben garantías constitucionales y derechos humanos, al no existir un mecanismo eficaz para defenderlos, el costo político se lo comerán sólo Morena y sus aliados

Por eso ojalá triunfen, en esto que es una contienda interna dentro de la 4T, los moderados cómo Ramón de la Fuente, que son partidarios de una discusión amplia, de expertos, en un parlamento abierto, que sean una reforma jurídica integral y no sólo del Poder Judicial, hecha sin prisas, sobre los que quieren que como el diputado Mier, que quieren que se apruebe en septiembre, antes que deje el poder el 1 de octubre, el presidente López Obrador. El gobierno de Claudia Sheinbaum, debe actuar cómo decía Napoleón: «despacio que voy de prisa».

Mario Rosales Betancourt, abogado y Maestro en Derecho. Profesor de la asignatura de Derecho en la FES Acatlán de la UNAM y en la UAM-A

Por Víctor H. Becerra

Presidente de México Libertario y del Partido Libertario Mx. Presidente de la Alianza Libertaria de Iberoamérica. Estudió comunicación política (ITAM). Escribe regularmente en Panampost en español, El Cato y L'Opinione delle Libertà entre otros medios.

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