La última corcholata en registrarse, será Claudia Sheinbaum y será la única que lo haga después de un acto apoteósico en el Monumento a la Revolución, donde antes los candidatos priistas a la Presidencia, incluso el mismo Luis Donaldo Colosio, en el más célebre de sus discursos, realizaban sus eventos.

En ese magno acto político, Sheinbaum claramente dijo que dejaba su cargo, para buscar ser la primera mujer en ser presidente, o sea: se trató claramente de un acto de precampaña, cuando todavía era jefa de Gobierno de la Ciudad de México, ya que no dijo que buscaría ser la coordinadora de defensa de la 4T, sino claramente manifestó su aspiracionismo por ser presidenta; solo con ver la cantidad de autobuses que se emplearon para acarrear a esa multitud, se evidencia que fue un evento muy costoso, y ello evidentemente fue violatorio de la Constitución y la legislación vigente.

Pretende justificar que se trató de un informe, pero los informes legalmente se presentan ante el Congreso de la Ciudad de México y en fechas establecidas. Por lo que no fue un informe, sino un acto de precampaña.

De inicio se ve la diferencia. Por ejemplo Marcelo Ebrad, sólo después de que le fue aceptada la renuncia, y dejó el traje de canciller y se puso su camiseta de corcholata, inició actividades, con una conferencia de prensa, en el pequeño espacio del salón de un hotel. En cambio, el acto de Claudia Sheinbaum fue cuando todavía era jefa de Gobierno de la Ciudad de México, y pese al calor, fue un evento que requirió una gran y costosa logística, organización y suministros.

Otra cuestión que llamó la atención, es que la que tiene el grado académico de doctora, se llamó a sí misma como científica, olvidando que el pueblo de México, llamaba «científicos» a los miembros del gabinete de Porfirio Diaz.

La fuerza de Sheinbaum surge de la creencia generalizada de que «es Claudia», la persona más cercana afectivamente al Señor presidente, y esa creencia es la que hace que la cargada sea a su favor, y es a la que se le permita actuar con mayor impunidad, en clara violación a Constitución y la ley. Incluso aceptando que la encuesta en sí, no es contraria a la legislación, sí lo son los actos anticipados de campaña, y más cuando se realizan en día hábil, por parte de quien todavía era jefa de Gobierno, y presumiblemente usando recursos humanos y materiales del Gobierno de la Ciudad de México.

Es ya evidente que será presidente o presidenta, el que sea la candidata o candidato de Morena, y muy probablemente está será Claudia Sheinbaum.

En su caso, el hacer actos ilegales no le afecta, cuando el criterio es que la ley formal no es la ley que debe aplicarse, ya que no es otra más que la voluntad del Señor. Así, las denuncias por actos anticipados de campaña, no le impedirán llegar a la Presidencia.

Pero sí le afectará en su legitimación, y con ello en su gobernanza cuando sea presidente, con lo que se podría afectar lo mas positivo del actual gobierno, que es la estabilidad macroeconomica, las crecientes inversiones extranjeras, en particular por el neaershoring, la relativa paz social, etcétera. Situación que se agravaria en caso de que Claudia sea la próxima presidente, con la ausencia física, del hoy presidente y líder López Obrador.



Mario Rosales Betancourt, abogado y Maestro en Derecho. Profesor de la asignatura de Derecho en la FES Acatlán de la UNAM y en la UAM-Azcapotzalco.

Por Víctor H. Becerra

Presidente de México Libertario y del Partido Libertario Mx. Presidente de la Alianza Libertaria de Iberoamérica. Estudió comunicación política (ITAM). Escribe regularmente en Panampost en español, El Cato y L'Opinione delle Libertà entre otros medios.

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