En el imaginario colectivo, Gran Bretaña sigue siendo la cuna de la libertad. A generaciones de escolares se les decía que este país había dado al mundo la Carta Magna, el habeas corpus, el juicio por jurado y el derecho a expresarse libremente sin temor a que llamaran a la puerta. Era un orgullo nacional que aquí, a diferencia de los despotismos continentales, nadie fuera encarcelado por lo que decía o pensaba.
Esa autoimagen ya no se corresponde con la realidad. En 2025, Gran Bretaña registró más arrestos por comentarios en línea que cualquier otro país del mundo. Las cifras de World of Statistics sugieren que más de 12.000 personas en el Reino Unido fueron arrestadas por sus publicaciones en redes sociales. Esta cifra duplica la de Bielorrusia, cuadruplica la de Alemania y multiplica por ocho la de China. Rusia, un estado constantemente denunciado por su represión, registra solo unos 400 arrestos. Arabia Saudí, cuyas leyes sobre la blasfemia son notorias, registra solo 15.
Estas cifras no son simplemente vergonzosas. Revelan una transformación sistémica. Gran Bretaña ha construido uno de los regímenes de control de la libertad de expresión más censurables del mundo desarrollado. El sistema no se basa en prohibiciones formales, como en el pasado. En su lugar, utiliza una combinación de leyes vagas, que se vigilan con celo, y registros administrativos para que los ciudadanos comunes sean cautelosos con lo que dicen.
Si publicas algo en línea que alguien considera ofensivo, existe una posibilidad real de que la policía llame a tu puerta. Tus acciones posteriores son importantes. Este artículo explica las leyes aplicables, tus derechos, cómo debes comportarte y por qué tu respuesta puede determinar si la policía continúa persiguiéndote.
Las leyes utilizadas para controlar la libertad de expresión en línea
El marco moderno se basa en tres estatutos principales, todos ellos anteriores a las redes sociales, pero que han sido adaptados para cubrirlas.
Ley de Orden Público de 1986
Esta Ley creó una serie de delitos diseñados para mantener el orden público en las calles. Los artículos 4, 4A y 5 tipifican como delito el uso de palabras o comportamientos amenazantes, abusivos o insultantes si es probable que causen acoso, alarma o angustia. En su momento, el Parlamento previó las peleas entre ebrios y las manifestaciones incendiarias. Sin embargo, los tribunales han aceptado que el mismo lenguaje se aplica a tuits y comentarios en Facebook. Los artículos 18 a 23 van más allá, penalizando las palabras destinadas o que puedan incitar al odio racial, religioso o por orientación sexual.
Ley de Comunicaciones Maliciosas de 1988
Esta Ley se redactó originalmente para abordar las cartas con información negativa y las llamadas telefónicas abusivas. El artículo 1 tipifica como delito el envío de comunicaciones electrónicas indecentes o groseramente ofensivas, o que transmitan una amenaza, con la intención de causar angustia o ansiedad. Actualmente se utiliza para perseguir los mensajes directos ofensivos, el troleo y, en ocasiones, las publicaciones públicas.
Ley de Comunicaciones de 2003
El artículo 127 de esta Ley tipifica como delito el envío de mensajes a través de una red pública de comunicaciones electrónicas que sean «extremadamente ofensivos o de carácter indecente, obsceno o amenazante». Esta es una de las disposiciones más utilizadas. Fue la base del procesamiento de Paul Chambers, quien tuiteó una broma sobre «volar el Aeropuerto Robin Hood por los aires». Fue condenado, perdió su trabajo y solo tras años de apelaciones se anuló la condena.
Incidentes de odio no delictivos (NCHI)
Incluso cuando no se infringe ninguna ley, la policía puede registrar un «incidente de odio no delictivo». Según las directrices del Ministerio del Interior, si el denunciante percibe que un incidente está motivado por hostilidad hacia la raza, la religión, la orientación sexual, la discapacidad o la identidad transgénero, la policía debe registrarlo. Como resultado, miles de personas tienen entradas en las bases de datos policiales. En el caso Miller contra el Colegio de Policía [2021], el Tribunal de Apelación dictaminó que registrar estos incidentes indiscriminadamente constituía una interferencia desproporcionada en la libertad de expresión. Sin embargo, la práctica continúa con modificaciones.
Cómo se desarrolla típicamente un contacto con la policía
Hay tres tipos principales de encuentro.
- Llaman a la puerta. Llegan dos agentes, dicen que quieren charlar y preguntan por una publicación. Puede ser informal, pero todo lo que digas puede anotarse. Si admites tu responsabilidad o te disculpas, puede registrarse como una «resolución comunitaria» o un «incidente de odio».
- La entrevista voluntaria bajo caución. La policía lo cita a una comisaría para ser interrogado. Se describe como voluntaria, pero es bajo caución. Cualquier declaración suya podrá utilizarse como prueba.
- Arresto. La policía lo arresta directamente, confisca sus dispositivos y lo lleva a una sala de detención para una entrevista.
En los tres escenarios, los riesgos son reales. Incluso sin un proceso penal, podría quedar con antecedentes penales que aparezcan en las verificaciones de antecedentes reforzadas.
Cómo debes responder
La primera regla es mantener la calma y ser educado. La ira y la hostilidad son contraproducentes. Cuando aparezcan los agentes, la respuesta más segura es preguntar: «¿Estoy arrestado o puedo irme?». Si no está arrestado, no tiene obligación de hablar. Puede negarse cortésmente y cerrar la puerta.
Si los agentes dicen que le están dando una advertencia, recuerde: una advertencia no es una condena, pero aun así puede registrarse. Puede negarse. Una respuesta segura es: «No acepto una advertencia sin asesoramiento legal».
Si le ofrecen una advertencia, comprenda que se trata de una admisión formal de culpabilidad. Una advertencia aparecerá en sus antecedentes penales y puede afectar su trabajo y visas. Nunca debe aceptar una advertencia sin un abogado. La respuesta correcta es: «No aceptaré ni hablaré sobre una advertencia sin la presencia de un abogado».
Si lo arrestan, no se resista. Diga únicamente: «Quiero ejercer mi derecho a asesoramiento legal». Tiene derecho a un abogado de oficio gratuito o a contactar al suyo. Hasta que se le indique, responda a todas las preguntas con un «sin comentarios». El derecho al silencio se mantiene intacto, y el silencio es más seguro que las palabras sin protección.
¿Por qué persiste la policía?
Es importante comprender la lógica institucional. Hoy en día, la actuación policial se basa en gran medida en las estadísticas. Se espera que las fuerzas policiales demuestren que están combatiendo los delitos de odio y los daños en línea. Cada arresto, cada advertencia, cada incidente registrado es una cifra más en el informe del Ministerio del Interior.
Los arrestos por expresarse son victorias fáciles. No requieren perseguir a delincuentes peligrosos. La prueba suele ser una captura de pantalla. Es improbable que el sospechoso sea violento. Compare esto con la investigación de robos, fraudes o crimen organizado, que consumen recursos y ofrecen poca rentabilidad estadística. Desde el punto de vista de la medición del rendimiento, investigar los comentarios en línea es atractivo.
Esto significa que los agentes suelen estar menos interesados en la justicia que en los resultados rápidos. Un ciudadano que acepta una advertencia o amonestación proporciona dicho resultado. Un ciudadano que se resiste, legal y educadamente, es más problemático.
Por qué es importante la resistencia
Si se niega a entablar una conversación, se niega a aceptar advertencias e insiste en obtener asesoramiento legal, se convierte en un blanco poco atractivo. Sigue estando dentro de la ley, pero obliga a la policía a invertir tiempo y recursos. Los agentes supervisores y los fiscales podrían entonces preguntarse si el interés público justifica continuar. A menudo, la respuesta es no.
En cambio, quienes ceden ante la presión le facilitan la vida a la policía. Una persona asustada puede aceptar una amonestación «para acabar con el asunto de una vez», sin darse cuenta de que se trata de antecedentes penales permanentes. Esto proporciona las estadísticas que la policía busca. La moraleja es clara: mantenerse firme, dentro de la ley, suele ser suficiente para que la policía recurra a otra persona.
Estudios de caso
El hombre que aceptó una advertencia
Un hombre publicó una broma grosera sobre un concejal local. Este se quejó. La policía acudió y le ofreció una opción sencilla: aceptar la amonestación o enfrentarse a un proceso judicial. Avergonzado y deseoso de evitar el juicio, el hombre aceptó la amonestación. Más tarde, al solicitar un puesto como profesor, la amonestación apareció en su verificación DBS mejorada. La escuela retiró la oferta. Lo que parecía una salida fácil se convirtió en una sanción a largo plazo.
La mujer que dijo “sin comentarios”
Una mujer tuiteó críticamente sobre la política transgénero. Los activistas se quejaron. La policía la invitó a una entrevista voluntaria bajo amonestación. Asistió acompañada de un abogado. Se le aconsejó que no hiciera comentarios, y así lo hizo. Tras varios meses de revisión, la Fiscalía decidió no presentar cargos. No se emitió amonestación. No se dictó condena. Aún existe el riesgo de antecedentes por «incidente de odio», pero la ausencia de amonestación preservó sus antecedentes penales.
El juicio por las bromas de Twitter
Paul Chambers tuiteó frustrado por el cierre del Aeropuerto Robin Hood: «¡Rayos! ¡Voy a volar el aeropuerto por los aires!». Fue procesado bajo el artículo 127 de la Ley de Comunicaciones. Condenado en primera instancia, perdió su trabajo. Pasaron años y la intervención de celebridades como Stephen Fry para que su condena fuera anulada. La lección es que se pueden iniciar procesos incluso por bromas obvias, y que la reivindicación a menudo llega tarde, si es que llega.
Harry Miller y el incidente de odio no criminal
Harry Miller, expolicía, tuiteó sobre la identidad de género. La policía de Humberside registró un «incidente de odio no delictivo» y le advirtió. Miller lo impugnó ante los tribunales. En el caso Miller contra el Colegio de Policía [2021], el Tribunal de Apelación dictaminó que la grabación indiscriminada de tales incidentes era desproporcionada y violaba la libertad de expresión. Sin embargo, el sistema sigue vigente, solo ligeramente modificado. Sin su persistencia y recursos, el registro habría permanecido indiscutible.
Los riesgos más allá de la convicción
Incluso si no se le acusa, el encuentro tiene consecuencias. Los antecedentes penales, las advertencias, las advertencias y los incidentes de odio no relacionados con delitos pueden aparecer en las verificaciones DBS mejoradas. Estas son necesarias para empleos en la docencia, la medicina, el derecho y muchos otros campos. Los empleadores son cautelosos. La presencia de antecedentes penales puede ser suficiente para descalificar a un candidato.
Las solicitudes de visa también pueden verse afectadas. Estados Unidos, por ejemplo, pregunta si los solicitantes han sido arrestados alguna vez. Una respuesta afirmativa puede provocar retrasos o rechazos, incluso si no hubo condena.
El efecto intimidatorio se extiende aún más. Sabiendo que la policía puede actuar, muchas personas ahora evitan por completo hablar de temas controvertidos. El debate se ve sofocado no por la censura formal, sino por el miedo.
El cambio es sorprendente. En el siglo XIX, Gran Bretaña toleraba exiliados y radicales de toda Europa. Marx y Engels escribían libremente en Londres. Giuseppe Mazzini planeaba la unificación italiana bajo la mirada indulgente de Gran Bretaña. La prensa ridiculizaba a los gobiernos sin temor a las visitas policiales.
Incluso durante la Segunda Guerra Mundial, George Orwell podía publicar duras críticas al gobierno mientras las bombas caían sobre Londres. Hoy, sin embargo, un tuit puede llamar a la policía a tu puerta. Gran Bretaña ha pasado de ser un refugio para la libertad de expresión a ser líder mundial en arrestos por comentarios en línea.
Guía paso a paso en lenguaje sencillo
Si la policía llega a tu puerta:
- Mantén la calma y sé educado. No discutas. Pregunta: «¿Estoy arrestado?». Si no es así, puedes negarte a hablar.
- No acepte una advertencia ni una amonestación de inmediato. Diga: «No acepto ninguna advertencia ni amonestación sin asesoramiento legal».
- Si lo arrestan, retírese en silencio. Diga únicamente: «Quiero hablar con un abogado». En la entrevista, responda «sin comentarios» hasta que se le indique.
- No elimines publicaciones una vez contactado, esto puede ser considerado como destrucción de evidencia.
- Detalles del registro: nombres de los oficiales, números de placa, hora y lo que se dijo.
- Contacte con un abogado lo antes posible.
Y recuerden: hacerle la vida más difícil a la policía, siempre de forma legal y tranquila, a menudo significa que abandonarán el caso y buscarán estadísticas fáciles en otro lado.
Gran Bretaña lidera hoy el mundo en arrestos por expresiones en línea. Las leyes son imprecisas, la policía se ve incentivada a buscar estadísticas fáciles, y las consecuencias pueden ser graves incluso sin condena. Sin embargo, el ciudadano no está indefenso. Al mantener la calma, insistir en sus derechos y no dejarse intimidar para que obedezcan rápidamente, se reduce el riesgo de daños duraderos.
La policía suele buscar el camino más fácil. Si obedeces sin consejo, podrías obtener el resultado que buscan. Si te mantienes firme, dentro de la ley, te conviertes en un blanco más difícil. Es muy posible que se rindan y sigan adelante.
Gran Bretaña se enorgullecía de ser la cuna de la libertad de expresión. Ese legado ahora está en tela de juicio. Hasta que se reforme la ley, la mejor defensa es la serenidad y la perseverancia. Conozca sus derechos. Úselos. Y recuerde que el silencio, respaldado por asesoramiento legal, suele ser la defensa más poderosa de todas.
Lista de verificación de referencia rápida
- Mantén la calma, sé educado y nunca obstruyas.
- Pregunte: “¿Estoy bajo arresto?”
- En caso contrario, puedes negarte a hablar.
- No acepte advertencias ni prevenciones sin un abogado.
- Si es arrestado, solicite asesoramiento legal y diga “sin comentarios”.
- No elimines publicaciones
- Registre los detalles del encuentro.
- Entienda los incentivos de la policía: quieren resultados fáciles.
- Mantenerse firme, dentro de la ley, puede ser suficiente para que te dejen en paz.
Aviso legal: Este artículo se ha redactado únicamente con fines informativos. No sustituye el asesoramiento de un abogado cualificado que conozca las circunstancias específicas de cada caso.
Publicado originalmente por The Libertarian Alliance: https://libertarianism.uk/2025/10/14/when-the-police-visit-about-a-social-media-post-a-legal-guide-for-citizens-in-britain/
Reginald Godwyn.- es abogado en el oeste de Inglaterra. Todo lo que escribe tiene fines informativos y no constituye asesoramiento legal.
