México reprueba en emprendimiento.
Hace unos días se presentó el reporte titulado Radiografía del Emprendimiento en México. El reporte presenta una serie de datos y estadísticas que reflejan el entorno empresarial en nuestro país. En el reporte, los empresarios del país le dan una calificación de 2.6 de 5 a las condiciones para emprender en México.
Como lo señala Juana Ramírez Bustos, presidenta de la Asociación Mexicana de Emprendedores,
“México no pasa, 2.6 es la calificación que los emprendedores les dan a las condiciones para emprender en el país, lo que claramente refleja la tarea que tenemos todos pendiente y la expectativa que desde el ecosistema tenemos de que el emprendimiento se incluya en la agenda de los candidatos, de las candidatos y que podamos hablar de emprendimiento en el siguiente sexenio”[1].
El reporte también arroja otras cifras interesantes, que enlisto aquí[2]:
- 76% de las empresas cierran en sus primeros tres años;
- El 31.6% de las empresas le adjudican su fracaso a la falta de liquidez o capital de trabajo;
- 48.7% de las empresas desean simplificar trámites para la gestión de sus negocios;
- 34.9% de las empresas desean un esquema amigable para el pago de impuestos y de cuotas obrero-patronales;
- 86.9% de las empresas emplean los recursos de sus propios socios durante los primeros tres años.
El alto nivel de fracaso; la falta de liquidez; el deseo de simplificación de trámites y la significativa necesidad de recurrir a fondos propios en lugar de acudir a la banca habla de un problema empresarial crónico.
La importancia de emprender
México es un país cuyo crecimiento requiere de un mayor nivel de ahorro e inversión. Pero no de ahorro y de inversión en cualquier cosa, sino de ahorro e inversión encauzado empresarialmente; es decir, con miras a satisfacer deseos y necesidades de la población.
La innovación y el emprendimiento son figuras complementarias. Los emprendedores son los responsables de convertir la invención en innovación. La innovación ocurre cuando una sociedad adopta un invento y lo masifica; esa masificación sólo ocurre cuando un empresario encuentra cómo resaltar los atributos de nuevos inventos o técnicas de producción.
En México, sin embargo, el emprendedor brilla por su ausencia.
Como lo advierte Enrique Krauze en su recensión del libro de Gabriel Zaid, Empresarios Oprimidos, la falta de emprendedores de México no es fortuita; no es a causa de una falta de espíritu empresarial. El empresario en México está en peligro porque está oprimido. En palabras de Krauze,
“Un puesto de tacos le conviene más al país que un puesto burocrático, pero los altos funcionarios suponen que sus propios empleos son el modelo al que aspira la humanidad. Sus buenas intenciones perpetúan la pobreza. Muchos anhelos de justicia han pintado a los pobres como asalariados oprimidos por empresarios desalmados. Son más bien empresarios oprimidos por asalariados bien intencionados que no saben verlos ni apoyarlos como empresarios”.
Quienes oprimen a los emprendedores en nuestro país son los políticos. El emprendedor en México debe superar toda clase de trabas, restricciones, regulaciones, normas, cuotas, licencias, permisos, solicitudes, obstáculos y legislaciones. Poner una empresa en México es una travesía que o sucumbe a la violencia de privados o sobrevive a duras penas a la intervención gubernamental.
La lección que algunos medios sacan de este tipo de reportes es que los emprendedores requieren un mayor número de apoyos en la forma de transferencias condicionadas. Pero lo que los emprendedores en México requieren no son políticas públicas que signifiquen subsidios de los contribuyentes. Lo que los emprendedores en México requieren es un entorno de libertad económica que les permita prosperar de acuerdo a su talento.
En la Encuesta de Percepción Empresarial elaborada por Ethos en 2022, se señalaba ya que la inseguridad y la burocracia impedían el progreso de las empresas en México. Citando sus resultados, vemos lo siguiente:
“Al preguntar a los empresarios sobre el principal problema para operar su negocio observamos que en 11 de las 15 ciudades la inseguridad ocupa el primer lugar (en segundo lugar se encuentra la renovación de licencias y permisos)”.
El mismo estudio revela que los trámites más costosos consisten en establecer el acta constitutiva de la empresa y cumplir con las regulaciones de usos de suelo.
Los resultados de este tipo de reportes son congruentes con lo esperado en un país que reprueba en la categoría de defensa a los derechos de propiedad en los índices de libertad económica. La libertad económica consiste en la capacidad de los individuos de hacer uso de su propiedad y de intercambiar sus recursos en términos mutuamente aceptables con otros individuos, sin interferencia arbitraria del gobierno.
Mientras en México sea castigada la figura del emprendedor será más complicado abrazar la senda del crecimiento económico sostenido.
[1] Cita recuperada de la siguiente nota: https://www.eleconomista.com.mx/el-empresario/Reprobamos-El-ecosistema-emprendedor-en-Mexico-obtiene-2.6-de-calificacion-Asem-20231109-0066.html
[2] Estos y otros datos pueden recogerse aquí: https://drive.google.com/file/d/1GyLEDhqBPhshy5t3zk8bIRXTFrUxt8gR/view