¿De dónde sale un William Wallace? El mundo es proclive a la creación —y destrucción— de héroes. Es fácil, casi diría culturalmente darwiniano, que tendamos a colocar nuestro catálogo de virtudes en una persona que los encarne. Los zurdos tienen a Marx y al Ché (así, con tilde en un monosílabo, ¿qué le vamos a hacer?) y tal parece que los libertarios de Iberoamérica hemos hecho lo mismo con esta figura confrontativa y despeinada que de las aulas y la consultoría financiera saltó un buen día a las pantallas de televisión y ya nunca salió de allí.
Del análisis, a la crítica, a la parodia, a la política y a la presidencia de Argentina en una trayectoria que de vertical parece inexplicable. La explicación, es mi tesis, está en su estilo de comunicación, aunque estilo le quede corto a las partes que lo integran.
Nos interesa especialmente contestar a la pregunta de cómo sucedió el fenómeno de Milei por dos razones: (1) se nos pregunta insistentemente dónde está el Milei Mexicano, por más que hemos intentado peinados no surge de allí y (2) si bien no nos interesa hacer calcas baratas, el entendimiento si nos puede llevar a la generación no de un estándar de oro, pero sí de muchos cientos y miles de chavos y no tan chavos que conduzcan la antorcha de la Libertad en sus comunidades… Y de allí las posibilidades son infinitas.
Los principales elementos que este columnista en ciernes detecta son:
La definición del enemigo y la espada que los puede extinguir
Todo político es parte de la casta.
La política no va acabar con la política.
La lucha se hace desde la antipolítica.
Milei se posiciona como un anti-político, alguien que no forma parte del sistema corrupto que critica. Al atacar a «la casta» política, busca establecer una dicotomía clara entre ellos (los políticos tradicionales) y nosotros (los ciudadanos comunes). Esta narrativa de anti-política pretende atraer a aquellos desilusionados con la política convencional, ofreciendo una alternativa que promete romper con las prácticas corruptas del pasado.
Milei utiliza el término «la casta» para referirse despectivamente a la clase política establecida. Según su narrativa, “todos son lo mismo”, “roban de la misma manera” y “solo se preocupan por ellos mismos y sus intereses”. Este concepto es central en su comunicación política, ya que busca generar un sentimiento de desconfianza y rechazo hacia los políticos tradicionales, presentándose él mismo como la única alternativa auténtica y honesta.
Si ustedes buscan la palabra antipolítica en algún agregador de artículos académicos se encontrarán con la terrible definición de que la antipolítica es un sistema de acción política y social que busca la extinción de sus enemigos, en contraposición a la política, que resuelve todo a través del diálogo. En seguida verán que los ejemplos de la política son gente de “izquierda” y los ejemplos de antipolítica son gente de “derecha”. Ergo, izquierda=buena – derecha=malvada, ¿no?
Pues no. Si lo meditamos un poco la definición de política implica que el diálogo resuelve las cosas. Falso. Pero la política, “la casta”, para entrar a nuestro marco narrativo, dice que cualquier aque no entre a su juego es un destructor del bien. Negocio redondo que podría analizar en otro momento y en que no vale la pena extenderse.
Indignación + Urgencia
Milei utiliza la indignación como una herramienta clave para captar la atención y radicalizar a sus seguidores. A través de discursos apasionados y enérgicos, busca generar un fuerte rechazo hacia el statu quo y las élites políticas tradicionales. La indignación sirve para movilizar a la base y consolidar un sentimiento de urgencia y necesidad de cambio radical.
Ojo: radical viene de raíz. Si tus principios llevados hasta la raíz resultan en destrucción, robo, muerte o esclavitud y requieren aplicarse de manera “moderada”, lo que está mal son tus principios.
Incorreción Política vs. Hegemonía Progresista
Parte del primer punto. Existe una hegemonía discursiva y politica que se dice progresista y en favor de los pobres a pesar de su obvio desinterés hacia las personas menos favorecidas. Milei se presenta como un opositor a la hegemonía progresista dominante, utilizando la incorrección política como un sello distintivo. Al desafiar las normas y tabúes establecidos, busca diferenciarse de los políticos convencionales y resonar con aquellos que se sienten alienados por el discurso políticamente correcto. Esto le permite conectar con un segmento de la población que se siente marginado o silenciado por la cultura progresista.
Al Populismo se Contrapone el Pluralismo
La minoría más pequeña es el individuo. Milei se presenta como un defensor del pluralismo frente al populismo. Mientras critica el populismo por su tendencia a centralizar el poder y a manipular las masas a través de promesas irrealizables, promueve el pluralismo como una forma de respetar y valorar la diversidad de opiniones e intereses en la sociedad. Esta postura intenta atraer a aquellos que buscan un sistema político más abierto y democrático.
Desmarginalización de la no-izquierda
El discurso binario de izquierda (buenos) vs. Ultra-requete-recontra-satánica-malvada-mocha-derecha es una construcción de la izquierda. No iba a ser de otra manera, ¿no? Milei consiguió eficazmente conectar a las personas con otro discurso. No es derecha contra izquierda es casta vs. Ciudadanos a los que les ha fallado la casta. Que en ese camino se encuentre la libertad para ser y comerciar sin las intervenciones estatistas que buscan primer y primordialmente su auto-preseración es mera casualidad.
No estamos al margen aunque estemos en el margen.
Milei hizo su lucha política en alianza con la derecha argentina no por que las ideas de la libertad lleven indefectiblemente a la derecha, sino porque había una derecha anti-kichnerista de la cual echar mano. Su estrategia incluye la integración de elementos y apoyos de sectores más conservadores, creando una coalición amplia que puede atraer tanto a los libertarios jóvenes como a los conservadores más antiguos. Esto le da una base más sólida y diversa para su movimiento.
Milei trabaja para desestigmatizar y «desmarginalizar» las ideas de la ultraderecha, presentándolas como soluciones viables a problemas contemporáneos. En México muy probablemente los hispanósferos y los conservadores pro-vida se sientan cercanos a un movimiento Libertario. Creo que no se les debe negar acceso, pero sí debemos ser contundentes en distanciarnos de nacionalismos, autoritarismos a lo Bukele, Populismos a lo Trump y xenofobia. Lo mismo que debemos alejarnos de la agenda LABT en cuanto a intervención estatal en asuntos sexuales o afectivos.
Viva la Libertad, ¿no?
Por último habría que hacer un brevísimo perfil de Milei como communicador-personae: es experto en su tema, es influencer y es divulgador y no puede dejarse de lado ninguna de las tres facetas.
1. Experto en Economía
Javier Milei es ampliamente reconocido por su expertise en economía, habiendo acumulado una sólida formación académica y profesional. Tiene un título en Economía de la Universidad de Belgrano y un posgrado en Economía y Ciencias Políticas. Su experiencia incluye la docencia en diversas instituciones educativas y la publicación de muchos libros y artículos especializados en economía.
2. Influencer en Redes Sociales
Milei ha sabido capitalizar el poder de las redes sociales para amplificar su mensaje y atraer a un público joven y diverso. Su presencia en plataformas como TikTok, Twitter, YouTube y Instagram ha sido fundamental para su popularidad. Utiliza estos canales para comunicar sus ideas de manera directa, a menudo a través de videos cortos y contundentes que capturan la atención del público.
TikTok: Utiliza esta plataforma para compartir mensajes rápidos y virales, alcanzando a una audiencia joven.
Twitter: Espacio donde interactúa con sus seguidores, comparte opiniones y responde a críticas.
YouTube: Publica charlas, debates y entrevistas que profundizan en sus ideas económicas y políticas.
Instagram: Plataforma visual donde comparte su vida cotidiana y aspectos más personales, humanizando su figura pública.
3. Divulgador de Ideas Libertarias
Como divulgador, Milei se dedica a explicar y promover las ideas libertarias y de libre mercado. A través de su trabajo como escritor, conferencista y figura mediática, ha popularizado conceptos económicos complejos, haciéndolos accesibles a una audiencia más amplia.
Charlas y Conferencias: Participa regularmente en eventos donde expone sus teorías y responde preguntas del público.
Medios de Comunicación: Aparece frecuentemente en programas de televisión y radio, donde discute temas de actualidad desde una perspectiva libertaria.
Libros y Artículos: Sus escritos se enfocan en desmontar teorías económicas tradicionales y proponer alternativas basadas en la libertad individual y el mercado libre.
Integración de los Tres Roles
Javier Milei ha logrado combinar sus tres facetas – experto, influencer y divulgador – en una estrategia de comunicación coherente y efectiva. Su conocimiento profundo en economía le da credibilidad, su habilidad para influir en redes sociales le permite alcanzar y movilizar a un amplio público, y su capacidad para divulgar ideas complejas en términos accesibles le hace un comunicador efectivo.
A la pregunta, ¿para cuándo el Milei Mexicano? No dudo en responder. En eso estamos, pero no es fácil.
Rubén Flores C.- Es coordinador de Organización del Partido Libertario Mx (en formación), también ha sido su coordinador de Comunicación.
Twitter: @RodionRomanov
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