Donitzetti es el autor de la opera «Elixir de Amor«, donde Ducamara, un charlatán vendedor, ofrecía un brebaje, que según él decía, curaba todos los males y problemas, incluso los del amor.

AMLO ha logrado vender cómo su elixir mágico, su idea de que las elecciones o consultas populares, pueden sanar todos los males de nuestra nación, y por ello impone su propuesta, de que hay que nombrar, por votación popular, a ministros, magistrados y jueces, del Poder Judicial federal.

Lo grave es que el tema se ha politizado, entre los partidarios y los adversarios de la 4T, cuando lo conveniente es hacer una propuesta, sin filas y sin fobias, pensando sólo en lo más conveniente para los mexicanos.

No estoy en contra de la reforma, ni del actual gobierno de López Obrador y ni el futuro de Claudia Sheinbaum, sino objetivamente veo, que el polémico punto concreto, que es el de la elección de juzgadores, y sólo de juzgadores del Poder Judicial federal, no terminará con los males que indudablemente existen en la impartición de justicia

El dicho de origen meshica: «Caras vemos, corazones no sabemos» es muy sabio, ya que son muchos los grandes corruptos, que han llegado a sus cargos, por elección popular.

Diógenes iba, en la Grecia Clásica, con una antorcha encendida de día, con el argumento de que buscaba sin encontrar, a un hombre honesto; pero donde más existe la corrupción, es en la política, esta es inherente al poder; así el pensador inglés Lord Acton dijo: «El poder corrompe, el poder absoluto corrompe absolutamente. »

Y hay muchos ejemplos de corruptos que llegaron a los cargos en que se corrompieron, por una votación popular.

La corrupción existe y crece en mucho por la impunidad, asi el hombre de poder, se corrompe porque sabe que lo más probable, es que no se le castigará, y menos mientras exista otro político lo proteja, si sabe que no hay mecanismo efectivo contra la corrupción, y que con solo estar con los vencedores, será protegido, por eso tantos expriiatas que se suman a la 4T .

La propuesta no es que el pueblo elija libremente a sus juzgadores, sino límitativamente, de una lista de candidaturas determinadas por el poder político, con lo cual únicamente estarán en esas listas, perfiles afines a la 4T, y además que puedan ser apoyados para ganar la elección, por grupos de interés, incluso organizaciones criminales.

La única forma de acabar con la corrupción, es que no haya impunidad, esto es que se castigue real y severamente la corrupción, la propuesta crea un tribunal disciplinario, en principio es buena, pero al ser también electos sus integrantes, van a ser propuestos y apoyados por los mismos, o sea van a ser del mismo equipo, y obedecerán las mismas consignas, y se protegerán entre sí.

Pero dejemos lo teórico, a nivel nacional en sólo un país en el mundo se elige a su poder judicial, a nivel local hay otros, como Suiza y España, pero es solo en algo de primera instancia y en espacios pequeños, pero a nivel nacional es Bolivia, el único caso y no ha funcionado, idea fue del amigo de AMLO, Evo Morales.

No solucionó los problemas, y si en los dos procesos que hubo, actualmente hay uno detenido, se vio la injerencia del partido en el Poder y de los productores de coca.

Sin reforma, el motivo de los problemas que tuvo López Obrador con el Poder Ejecutivo Federal, ya no los tendrá Claudia Sheinbaum, esto es ya la Suprema Corte de Justicia no podrá, cuando se cambie un nuevo ministro, lo que sucederá muy pronto, resolver controversias constitucionales, cuando el gobierno viole la Constitución, porque se requiere para ello, el voto de 8 de los 11 ministros, y el gobierno de la 4T, ya tiene 3 de los 4 que requiere, para quedar inmune ante controversias constitucionales.

Y el otro tema, el de los amparos que tenían efectos generales, ya se aprobó y hasta publicó, la reforma legal a la Ley de Amparo, quitándole efectos generales a las suspensiones y sentencias en juicios de amparo. Con lo cual el gobierno de Claudia Sheinbaum, no tendría los casos que enfrentó López Obrador.

Esta reforma sólo beneficia a Andrés Manuel López Obrador, quién gozará el aplauso popular y evidenciará dentro y fuera de Morena, que el es señor todo poderoso de la 4T. Claudia será la que tendrá que enfrentar los problemas y pagar los costos políticos.

En la opera de Donitzetti, la principal aria es «Una Furtiva Lágrima»; ojalá Claudia Sheinbaum, quien incluso no quiso escuchar a magistrados y jueces, tenga una furtiva lagrima, y se las ingenie para evitar que se dé una situación, que la dañara a ella y desde luego al pueblo de México, sin aportarle ningún beneficio.

Mario Rosales Betancourt.- Abogado y Maestro en Derecho. Profesor de la asignatura de Derecho en la FES Acatlán de la UNAM y en la UAM-A

Por Víctor H. Becerra

Presidente de México Libertario y del Partido Libertario Mx. Presidente de la Alianza Libertaria de Iberoamérica. Estudió comunicación política (ITAM). Escribe regularmente en Panampost en español, El Cato y L'Opinione delle Libertà entre otros medios.

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