Hablaba con un colega del Cato Institute sobre los más de 300 visados de estudiante que la Administración Trump ha revocado. Los estudiantes afectados, muchos de los cuales han sido detenidos violentamente por la policía de inmigración, habrían protestado por los bombardeos israelíes de Gaza. Una de las estudiantes, entrevistada en televisión, ha huido a Canadá, temiendo que la enviaran a prisión en Luisiana, o algo peor.

Mi colega observó sabiamente que una de las formas más poderosas en que Estados Unidos ha inspirado el Movimiento Libertario en todo el mundo desde hace dos siglos y medio es que los visitantes han visto con sus propios ojos que aquí la libertad de expresión es bastante libre. Cuando vienen estudiantes de países en los que la libertad de expresión no existe, regresan a casa con ideas liberales. Jesús dice en Mateo 5:16: «Brille vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos». Nuestra Guerra Civil 1861-65 fue en parte una demostración de que EE.UU. podía ser una «luz para las naciones». Podía demostrar, como dijo Abraham Lincoln, que una nación dedicada a la proposición de que todos los hombres son creados iguales podía tener éxito – que los tiranos burlones no tendrían la satisfacción de verla «perecer de la tierra.» Los tiranos todavía tienen la esperanza de que el experimento estadounidense de liberalismo esencial fracase, e incluso algunos estadounidenses están trabajando para que fracase.

El historial del gobierno de EE.UU. en este sentido dista mucho de ser perfecto. Los gobiernos, con armas, son peligrosos. Lo que es inusual en el mundo moderno es que existan esas luces de liberalismo, por tenues que sean. Las Leyes de Extranjería y Sedición de 1798, una parte de las cuales nunca salió de los libros, y que ahora está siendo revivida por la Administración, convertían en delito criticar al gobierno. Durante nuestra larga historia de esclavitud negra, los abolicionistas fueron silenciados con regularidad; en cambio, en Brasil no fue así a principios de la década de 1880, por lo que los brasileños acabaron con la esclavitud sin una guerra civil. A principios del siglo XX, la feminista anarquista Emma Goldman, nacionalizada estadounidense, fue encarcelada en repetidas ocasiones por defender el control de la natalidad. En 1917 fue encarcelada durante dos años por oponerse al reclutamiento de soldados para la Primera Guerra Mundial. Durante el «Miedo Rojo» de posguerra que siguió a la Revolución Rusa, fue deportada a Rusia, país que abandonó en 1923 debido a su tiranía, y vivió el resto de su vida en Gran Bretaña, Francia y Canadá. Esos tres países también fueron baluartes de la libertad de expresión. El príncipe ruso Peter Kropotkin acabó en Gran Bretaña, donde escribió la entrada sobre el anarquismo en la 11ª edición de la Enciclopedia Británica. Pero también en Gran Bretaña el filósofo Bertrand Russell fue encarcelado durante seis meses en 1916 por oponerse a la guerra. La luz de la libertad parpadea en todas partes donde se enciende.

Para lograr el silencio y la servidumbre, el Estado no tiene, por supuesto, que encarcelar a todos los que lo critican. Trescientos estudiantes podrían bastar. Cuando los jueces fallaron en contra de los funcionarios de inmigración, rápidamente echaron atrás las revocaciones.

Pero, por supuesto, como decimos en inglés, no se puede deshacer el tañido de una campana.

Artículo publicado originalmente en Folha de São Paulo: https://www1.folha.uol.com.br/colunas/deirdre-nansen-mccloskey/

Deirdre Nansen McCloskey.- (nacida Donald McCloskey, Ann Arbor, Míchigan, 11 de septiembre de 1942) es una economista e historiadora económica estadounidense. Ha escrito 14 libros y editado otro siete, además de escribir infinidad de artículo sobre economía, filosofía, historia, entre otros temas. Finalmente, es titular de la Cátedra Isaiah Berlin de Pensamiento Liberal en el Instituto Cato. Su web: https://deirdremccloskey.org

Twitter: @DeirdreMcClosk

Por Víctor H. Becerra

Presidente de México Libertario y del Partido Libertario Mx. Presidente de la Alianza Libertaria de Iberoamérica. Estudió comunicación política (ITAM). Escribe regularmente en Panampost en español, El Cato y L'Opinione delle Libertà entre otros medios.

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