La Segunda Guerra Mundial estuvo marcada por la persecución y el desplazamiento forzado de millones de personas. Entre ellas se encontraba Ludwig von Mises, una de las mentes más brillantes de la economía, cuyas ideas desafiaron el creciente totalitarismo en Europa. Aunque hay pocos registros escritos de su huida de Europa, este artículo aporta varios detalles inéditos, basados ​​en documentos raros y nunca antes publicados.

Estos documentos, descubiertos en archivos suizos y portugueses, revelan una faceta hasta entonces desconocida del viaje de Mises. Muestran no sólo su elaborado plan de fuga, sino también el apoyo crucial de figuras como Moisés Amzalak, presidente de la comunidad judía de Lisboa, y Oliveira Salazar, el conocido presidente del Consejo de Ministros de Portugal. En un viaje marcado por innumerables riesgos y la necesidad de discreción, Ludwig von Mises se convirtió en “Louis Mises”, un nombre que, como veremos, fue a la vez una estrategia y un enigma para los historiadores. Este artículo es, por tanto, un redescubrimiento que explora el viaje de Mises bajo una nueva luz y revela cómo Portugal sirvió de refugio seguro para uno de los mayores intelectuales del siglo XX.

El cruce en nombre de Louis Mises: una identidad velada

Cuando Ludwig von Mises huyó de Viena tras la creciente ola de inestabilidad y antisemitismo influida por el partido nazi en su homólogo austriaco, sabía que su condición judía y su oposición a esos regímenes hacían que su presencia fuera incómoda y peligrosa. En Ginebra, Suiza, Mises vivió temporalmente en aparente seguridad. Sin embargo, a medida que la amenaza nazi se expandía y los servicios secretos intensificaban su presencia en Ginebra, se vio obligado a considerar planes de fuga para evitar ser capturado. Es en esta etapa cuando surge uno de los primeros hechos no revelados de su fuga: el uso del nombre “Louis Mises”.

Los documentos de residencia en Suiza muestran que Mises utilizó “Louis Mises” como identidad oficial en Ginebra y que fue bajo ese nombre que obtuvo visados ​​de salida, incluidos los visados ​​para entrar en Portugal. Pero ¿cuál fue el motivo de esta decisión?

Una posibilidad es que las autoridades suizas simplemente (y convenientemente) “afrancesaron” el nombre, ya que Ginebra es un cantón francófono. Sin embargo, hay otra hipótesis aún más intrigante: Mises podría haber elegido intencionalmente un nombre “francés” para reducir la visibilidad de sus conexiones austríacas y permanecer “fuera del radar” de las agencias de inteligencia nazis.

Esta elección, cualquiera que fuera el motivo, hizo imposible obtener más información sobre él en investigaciones posteriores más allá de lo que se conoce hasta la fecha. Durante décadas, el uso de “Louis” impidió a los interesados ​​localizar algunos registros y detalles de la vida de Mises en Ginebra. Fue solo con el descubrimiento de visas portuguesas, emitidas a nombre de “Louis Mises”, asociadas al verdadero Ludwig von Mises, que se creó un hilo de conexión con la documentación suiza. Esto allanó el camino para una serie de nuevos descubrimientos, incluida correspondencia y otros documentos que ayudan a explicar con mayor detalle los pasos de Mises para escapar de esta amenaza y salir de Europa.

Este aspecto hasta ahora desconocido de la historia de Mises añade una capa de complejidad a su huida. No se trataba simplemente de un economista de renombre que abandonaba Europa, sino de alguien que, aunque no pudo escapar por completo de su identidad, logró alterar las circunstancias para asegurar su supervivencia.

En busca de documentos neutrales: los certificados de identidad suizos

Ante la amenaza nazi que se cernía sobre Suiza, Ludwig von Mises sabía que su identidad de ciudadano austríaco convertido a la nacionalidad alemana podía complicar su salida de Europa. Los pasaportes alemanes, impuestos a los austríacos tras la anexión, eran tratados con recelo por las autoridades aliadas, incluidos los Estados Unidos. Para Mises, que repudiaba el régimen nazi y todo lo que éste representaba, confiar en un documento alemán para sus viajes significaba llevar consigo un símbolo del que quería distanciarse.

Mises, por tanto, buscó una alternativa neutral. En un intercambio de correspondencia que comenzó en marzo de 1940, se puso en contacto con las autoridades suizas para solicitar un certificado de identidad que le permitiera viajar al extranjero. Este documento, expedido por Suiza, ofrecería a Mises una forma de identificación no vinculada a un pasaporte alemán, facilitando su entrada en Estados Unidos sin las complicaciones asociadas a la nacionalidad impuesta por el Tercer Reich.

La solicitud fue recibida con urgencia por las autoridades suizas, que comprendieron el peligro inminente. Finalmente, el 31 de mayo de 1940, Mises recibió los certificados de identidad, lo que representó una pequeña victoria burocrática en medio de la complejidad y las dificultades diplomáticas de la época. Este detalle desconocido arroja luz sobre los complejos trámites que Mises y su esposa, Margit, tuvieron que organizar para garantizar una salida segura de Europa. Estos documentos le permitieron sortear los obstáculos que le imponía su nacionalidad alemana, lo que le dio otra base legal para actuar.

Facilidad para obtener un visado portugués: Moisés Amzalak y la red de apoyo en Lisboa

Para muchos refugiados, obtener un visado de tránsito en Portugal era una cuestión de vida o muerte. El país, aunque oficialmente neutral, tenía políticas estrictas de entrada y salida, y la aprobación de los visados ​​podía tardar días, semanas o incluso ser denegada. Sin embargo, en el caso de Ludwig von Mises, el visado se expidió con una rapidez extraordinaria: ¡en menos de veinticuatro horas! Este notable detalle indica una intervención tras bambalinas, y la figura central de esa intervención fue Moisés Amzalak.

Moisés Amzalak, presidente de la comunidad judía de Lisboa y estrecho aliado de Salazar, desempeñó un papel crucial en la obtención de una visa para Mises. Los registros indican reuniones frecuentes entre Amzalak y el primer ministro Salazar para discutir una variedad de temas, incluida la protección y asistencia a los judíos. Este nivel de cooperación era inusual e indicaba la influencia y confianza de la que Amzalak gozaba en los niveles más altos de influencia en la política portuguesa. Además, como miembro durante mucho tiempo del comité de selección para carreras diplomáticas en el Ministerio de Asuntos Exteriores portugués, Amzalak también tenía un conocimiento profundo del cuerpo diplomático portugués. Esta posición estratégica le dio acceso privilegiado a los procesos consulares y una capacidad única para intervenir en nombre de los refugiados judíos, con la aprobación de Salazar y sin comprometer la neutralidad portuguesa.

Además de la rapidez con la que se le concedió el visado, el de Mises se enfrentó a otro obstáculo al llegar a la frontera entre Francia y España: el visado había caducado. Para resolver la situación, Mises tuvo que viajar rápidamente al consulado portugués en Toulouse –dejando a su mujer en la frontera– y consiguió renovar los visados ​​y regresar el mismo día. Los visados ​​para otros pasaportes portugueses, en las mismas condiciones, no fueron renovados. Según el director de los Archivos del Ministerio de Asuntos Exteriores portugués, habría sido imposible, en ese momento histórico, renovar un visado caducado en tan poco tiempo sin la aprobación directa del primer ministro. Esta acción demuestra el nivel de influencia y apoyo que Amzalak fue capaz de movilizar para garantizar que Mises y su mujer pudieran continuar su viaje a Lisboa.

La intervención de Amzalak permitió a Mises llegar sano y salvo a Lisboa. Este apoyo, poco conocido y raramente documentado, muestra cómo Portugal sirvió de refugio seguro para Mises y tantos otros refugiados.

En Lisboa: La protección y tutela de Moisés Amzalak

Lisboa, en plena Segunda Guerra Mundial, se convirtió en un centro activo de exiliados, diplomáticos y espías. En medio de esta red de actividades, refugiados de diversas partes de Europa encontraron en la capital portuguesa una última parada segura antes de partir hacia otros países fuera del continente, especialmente Estados Unidos. Para Ludwig von Mises, llegar a Lisboa representó mucho más que una simple escala: fue el último refugio seguro antes de una nueva vida como exiliado estadounidense. Sin embargo, en Lisboa, Mises ya no estaba solo.

Nada más llegar Mises a Lisboa, fue Moisés Amzalak quien se ocupó de su agenda y lo acompañó. Amzalak, además de presidente de la comunidad judía y figura de gran influencia política, demostró ser un auténtico protector de Mises, intentando hacer su estancia lo más agradable posible. Esto no era menos importante, sobre todo teniendo en cuenta que la salud de Mises estaba algo debilitada por la edad y el estrés de su huida.

Durante los 17 días que pasó en la ciudad, Amzalak organizó una intensa agenda para Mises que incluía, entre otros compromisos, una reunión con el propio primer ministro Salazar. No se sabe si este encuentro llegó a producirse. Sin embargo, según los relatos de Margit, Mises tuvo la oportunidad de relacionarse con algunas figuras importantes de la escena intelectual portuguesa y de participar en un seminario sobre estadística y liberalismo. Resulta curioso saber en qué contexto se organizó esta iniciativa en un momento en el que las ideas corporativistas dominaban la construcción de la doctrina económica en Portugal.

El redescubrimiento de una historia invisible

La estancia de Ludwig von Mises en Lisboa es más que una escala en su viaje a Estados Unidos. Es un capítulo que revela el papel único que desempeñó Portugal durante la Segunda Guerra Mundial como refugio seguro para intelectuales y disidentes. Gracias a figuras como Moisés Amzalak, que utilizó su influencia y sus conexiones con el gobierno de Salazar, muchos refugiados judíos y pensadores como Mises pudieron encontrar un lugar seguro y apoyo en un continente cada vez más hostil.

El uso del nombre “Louis Mises” en documentos y visados ​​suizos emitidos en Portugal, así como en certificados de identidad suizos, arroja nueva luz sobre la complejidad de la huida de Mises. Al mismo tiempo, revela el ingenio y la red de apoyo que se formó para proteger a quienes lucharon por la libertad intelectual y personal.

En Lisboa, aunque fuese por poco tiempo, Mises no sólo encontró seguridad, sino también una oportunidad de compartir sus ideas, incluso en un entorno menos receptivo al liberalismo. Su estancia en Portugal, mediada por la protección silenciosa de Amzalak, demuestra que, incluso en los tiempos más oscuros, la cooperación entre personas de diferentes creencias y culturas puede garantizar la supervivencia de ideales y vidas.

Hoy, reflexionar sobre esta historia no sólo arroja luz sobre un momento importante en la carrera de Ludwig von Mises, sino que también pone de relieve el papel de Portugal como uno de los últimos bastiones de neutralidad y humanidad en Europa durante la guerra. Este episodio no sólo fue un hito de resistencia intelectual, sino un ejemplo duradero de cómo la solidaridad y la acción discreta de los individuos pueden influir en el destino de figuras que cambiarían el curso del pensamiento económico y político en el siglo XX.

Expresiones de gratitud

Deseo expresar mi más profundo agradecimiento a los archivistas, cuya dedicación y experiencia fueron esenciales para el éxito de esta investigación. Agradezco especialmente la inestimable atención y el esfuerzo de Ludovic Maugué (Director del Archivo de Estado de Ginebra, Cancillería de Estado CHA) y la gran apertura y disponibilidad de Margarida Lopes (Directora del Archivo y la Biblioteca del Instituto Diplomático del Ministerio de Asuntos Exteriores de Portugal).

Documentos:

  1. Amzalak, Moses (1947). Correspondencia miscelánea entre Moises Amzalak y el Primer Ministro de Portugal Oliveira Salazar sobre diversos temas (Carta).
  2. Oficina de Estadística y Censo del Cantón de Ginebra – Boletín de los hogares suizos de LV Mises (1935). Archivos del Estado de Ginebra (documento de archivo).
  3. Carta de Pierre-Em. Atteslander (17 de noviembre de 1936). El abogado de Mises solicita la renovación del permiso de residencia para Louis Mises (Carta).
  4. Carta de Pierre-Em. Atteslander (abril de 1940). El abogado de Mises declara que ya no desea utilizar los pasaportes emitidos por las autoridades alemanas y solicita la expedición de certificados de identidad suizos para el matrimonio Mises (carta).
  5. Consulado de Portugal en Ginebra, (5 de junio de 1940). Solicitud de autorización para expedir visado de tránsito a favor de LV Mises (Telegrama).
  6. Departamento Federal de Justicia y Policía de Suiza (31 de mayo de 1940). Documento de la Policía Federal Suiza que entrega certificados de identidad suizos al matrimonio Mises (Documento de archivo).
  7. Departamento Federal de Justicia y Policía de Suiza (1941). Registro de permisos de residencia en el extranjero de Suiza que contiene información sobre las sucesivas residencias de LV Mises en Ginebra, así como la fecha de salida de Ginebra y una referencia a su matrimonio con Margarete Herzveld (documento de archivo).
  8. Ministerio de Asuntos Exteriores de Portugal, (1940, 6 de junio). Autorización para la expedición de visado de tránsito a LV Mises (Telegrama).
  9. Ministerio de Asuntos Exteriores de Portugal (6 de junio de 1940). Documento de registro de autorización para la expedición de visado de tránsito urgente para LV Mises (Documento de archivo).
  10. Consejo de Ministros de la Presidencia de Portugal – Orden del día del Primer Ministro de Portugal Oliveira Salazar con reunión con Moises Amzalak para tratar los servicios de protección a los judíos (1940). Archivo Nacional de Portugal (Orden del día).

Referencias adicionales:

Rothbard, M. (9 de septiembre de 2006). Ludwig von Mises: académico, creador, héroe . https://mises.org/mises-daily/ludwig-von-mises-académico-creador-heroe

Huerta de Soto, J. (7 de julio de 2021). Reseña del libro de Gallagher: Salazar: el dictador que se niega a morir . https://mises.org/es/mises-wire/salazar-el-dictador-que-se-nego-morir

Hülsmann , G. (2007). Mises: el último caballero del liberalismo . Instituto Ludwig von Mises.

Kirzner, IM (2001). Ludwig von Mises: El hombre y su economía . Instituto Ludwig von Mises.

Mises, L. von. (1978). Memorias . Arlington House.

Mises, M. von. (1976). Mis años con Ludwig von Mises . Fundación para la Educación Económica.

Mata, OR (2022) Amzalak: Un economista desconocido . (Máster, Universidad Rey Juan Carlos).

Publicado originalmente por el Mises Institute: https://mises.org/mises-wire/secret-passage-how-amzalak-and-salazar-helped-ludwig-von-mises-escape-nazis

Por Víctor H. Becerra

Presidente de México Libertario y del Partido Libertario Mx. Presidente de la Alianza Libertaria de Iberoamérica. Estudió comunicación política (ITAM). Escribe regularmente en Panampost en español, El Cato y L'Opinione delle Libertà entre otros medios.

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