Venezuela ha vivido crispada política y económicamente durante el último cuarto de siglo, con denuncias de violaciones graves a los derechos humanos, tensiones militares y huelgas. El chavismo transformó el Estado para controlarlo y aspira a reelegirse pese a su baja popularidad.
Hace 25 años el chavismo se tomó el poder en Venezuela, cuando esta nación vivía en condiciones grandiosas, cuando era una de las potencias desarrolladas en América Latina, la llegada al palacio de Miraflores de Hugo Chávez implicó una serie se cambios obsoletos en el pais, la violación a las normas Constitucionales se empezaba a dar un paso a lo que se veia venir.
Hugo Chávez Frías, un teniente coronel venezolano que encabezó el golpe de Estado fallido contra el gobierno del socialdemócrata Carlos Andrés Pérez en 1992, asumió la Presidencia el 2 de febrero de 1999 tras ganar las elecciones. Este bajo amenazas socialistas Chávez ganó cómodamente cuatro elecciones presidenciales: 1998; 2000, tras la renovación de todos los poderes públicos; y las de 2006 y 2012. Las mañas del antiguo aparato estatal no iba a permitir que la «oposición» volviera al poder. Así Chávez en su brusco y alocado afan de empezar a hacer daño al aparato democrático, promovió su proyecto como uno a favor de la soberanía nacional, la democracia participativa, la economía sostenible y la distribución justa y ética de los recursos, especialmente de la renta petrolera, y el chavismo derivó en la práctica en un sistema “hegemónico”.
La constante de los primeros años de Chávez fue “desmontar el viejo sistema” de 40 años anteriores de gobiernos de derecha, estableciendo uno “no pluralista”, con una nueva Constitución y la “toma de poderes públicos”, como el judicial.
Chávez empezo a expropiar viviendas de muchos venezolanos con el fin de enriquecer al oficialismo y dejar en quiebras a la nación.
Chávez se dedicó a apoyar a ciertos gobiernos autoritarios como el de Cuba por los Castro y Nicaragua(2007- actualidad) con Daniel Ortega.
El chavismo también empezó a perseguir a la oposición por su afán de mostrar los malos resultados de su gobierno.
La muerte de Chávez en 2013 y el llamado a unas elecciones para elegir presidente empezó a erigir una tragedia anunciada.
El chavismo concretó su transición a un “autoritarismo hegemónico”, con los “vicios” de años pasados más los agravantes de las intervenciones a partidos opositores y la “reducción” de la oposición.
En 2015, la oposición ganó las dos terceras partes del Parlamento, pero múltiples sentencias del Poder judicial, afín al chavismo, maniataron a la Asamblea Nacional electa.
Las votaciones desde 2017 a 2021, incluidas la de la Asamblea Nacional Constituyente y las presidenciales donde se reeligió Maduro sin el concurso de la oposición tradicional, tuvieron ya claros visos de autoritarismo.
Maduro, elegido por Chávez como su sucesor al frente del chavismo gobernante, ganó las presidenciales de 2013 por poco más de 200.000 votos de ventaja.
Su reelección, sin embargo, agudizó los problemas económicos y políticos que había enfrentado, con masivas protestas de calle y una depresión económica inédita.
Las multitudinarias protestas de calle contra el chavismo en múltiples estados durante 2014 y 2017, que fueron reprimidas por las fuerzas del Estado, coincidieron con una aguda crisis económica, una ola migratoria sin precedentes y acusaciones de crímenes de lesa humanidad en el país que son investigadas por la Corte Penal Internacional desde 2021.
Según las Naciones Unidas, más de 7,7 millones de personas han salido de Venezuela “buscando protección y una vida mejor”, la mayor parte hacia América Latina.
La realidad de Venezuela no es la mejor: es el pais que pasó de ser una potencia a ser una nación pobre con más del 97.5%, es decir la mayoría carecen en una desigualdad que ha dejado el chavismo como fracaso en el país.
El sistema de salud es precario: miles de personas han muerto por falta medicamentos pero a su vez también por la enorme crisis de hambruna que han tenido que llevar la comunidad.
La represión política y la grave violación de derechos humanos y de libertad de prensa han hecho que saque del aire a prestigiados medios de comunicación.
Las sanciones de Estados Unidos
En los últimos ocho años, la Unión Europea y otro grupo de países han aplicado más de 900 sanciones económicas contra instituciones venezolanas e individuales contra altos funcionarios públicos, de acuerdo con voceros del chavismo.
La economía venezolana cayó entre 2012 y 2021 más de 80 puntos y registró un ciclo de hiperinflación por cuatro años consecutivos, entre 2018 y 2022.
La hiper inflación del pais fue de 130.060%, según cifras del Banco Central de Venezuela. Es un fenómeno jamás registrado en la historia de Venezuela.
El bolívar perdió tanto sus capacidades desde 1999 que Chávez y Maduro concretaron tres reconversiones monetarias, restándole 14 ceros a su denominación en total.
Organizaciones no gubernamentales y académicos, como los que realizan la Encuesta de Condiciones de Vida encuentran que más de 97% de los venezolanos son pobres y no pueden cubrir con sus ingresos los alimentos diarios de su familia.
El chavismo está reprobado ante los especialistas y defensores de derechos humanos como un proyecto ejemplar del autoritarismo, que en su desempeño, ha tenido “consecuencias destructivas”.
Desde hace tres años el oficialismo y sus detractores negocian acuerdos políticos con la facilitación de Noruega y la participación de actores internacionales, como Estados Unidos, que ha relajado sus sanciones económicas como incentivo de esos diálogos. Pero tales mesas de diálogo siempre fracasarán porque la tiranía las utiliza como pantalla para hacer de las suyas.
La oposición, entretanto, confía en capitalizar el alto nivel de descontento popular —85% de los venezolano dice querer un cambio político, según encuestas privadas— exigiendo mejores garantías electorales en esa mesa de negociaciones.
Sin embargo, el Tribunal Supremo de Justicia puso un muro en el camino electoral del antichavismo al ratificar la inhabilitación para ejercer cargos públicos por 15 años de la candidata presidencial María Corina Machado.
El silencio de la ONU y otras organizaciones de derechos Humanos dejan mucho que desear.
Hoy la dictadura de Maduro tiene fuerza pues sus principales aliados son Rusia, China, Irán,, Cuba y ha recibido el apoyo de López Obrador, Petro, lula da Silva, Daniel Ortega, que han anunciado que Venezuela es un pais » democrático» mientras el régimen encarcela a líderes de la oposición.
Dorieth Alfaggeethd Aponte Piñeros: Activista político defensor de la democracia y la libertad.
Twitter: @Doriethaponte