Crónica de una lucha entre fantasmas históricos e ideológicos: Una historia de intolerancia religiosa

“Llegar a acuerdos con aquellas gentes con las que no simpatizamos o a las que no entendemos, es fundamental para cualquier sociedad decente: Nada es más destructivo que la feliz sensación de infalibilidad de uno mismo” – Isaiah Berlin

En griego, Palestina quiere decir tierra de filisteos, quienes únicamente ocuparon una pequeña zona en la costa mediterránea oriental, incluyendo una parte del actual territorio de la franja de Gaza. los filisteos habitaron las zonas costeras de Canaán desde el siglo XII a.c. hasta su desaparición tras las conquistas asirias en el 600 a.c. Fueron los romanos en el siglo dos, en concreto en el año 136, durante el reinado del emperador Adriano, quienes usaron el nombre de Siria Palestina para referirse a Jerusalén y las zonas aledañas, a pesar de que el pueblo filisteo había desaparecido hacia ya casi 800 años. Los romanos habían conquistado este territorio que en el momento de su llegada era llamado Tierra de Juda, el cual ellos llamaron Judea. Ambos nombres significan tierra de judíos.

Sin embargo, como respuesta a la sublevación de los judíos durante las tres guerras judeo-romanas (la primera del 66 al 73, la segunda del 115 al 117 y la tercera del 132 al 135) los romanos deciden cambiar el nombre de Judea a Siria Palestina que, para ese entonces, en el uso popular, había pasado a significar tierra sin judíos y tierra en donde no se permiten judíos. Las guerras judeo-romanas acabaron con un brutal genocidio de judíos y su expulsión de muchos territorios, dando origen al cristianismo como respuesta a este contexto. El termino “Palestina” fue usándose cada vez menos y ya para el periodo del Imperio Turco Otomano, amo de toda esa área a partir del siglo XVI, no existía ninguna entidad que poseyera ese nombre.

Fue hasta el siglo XX, después de la primera guerra mundial, cuando se le arrebató la zona al Imperio Otomano, que se retomó el término cuando los británicos crean el Mandato Británico de Palestina. Sin embargo, la delimitación final del territorio incluía tan solo una cuarta parte de lo que originalmente habían denominado “Palestina”. Por ello es que en 1946, el historiador árabe Philip Hiti, declaró ante el comité angloamericano de investigación que no existía en lo más mínimo una Palestina histórica: “No hay, en la historia, ninguna ‘Palestina’, en lo absoluto”. Es decir, Palestina como pueblo, no existió jamás. Tan solo como el nombre de un territorio ocupado por diferentes pueblos, incluido el judío. en una entrevista para la revista holandesa Trouw, Zahir Muhsein -jefe de las operaciones militares de la Organización para la Liberación de Palestina OLP, ahora mejor conocida como la autoridad palestina- dijo lo siguiente: “los árabes somos un solo pueblo. Es solo por razones políticas que apoyamos nuestra identidad palestina con cuidado. Pues es de interés nacional que los árabes aprendan a promover la existencia de un estado palestino independiente en oposición al sionismo. Es verdad, la existencia de una identidad Palestina está ahí solo por razones tácticas. La fundación de un estado palestino es una nueva herramienta para continuar la lucha contra Israel y por la unidad árabe”.

Es decir, Palestina fue delimitado arbitrariamente por el mandato británico. Lo irónico es que en 1964 la OLP -Organización para la Liberación de Palestina-, no adoptó la delimitación de los británicos y en ese momento rechazo explícitamente, en su Constitución, en el artículo 24, que los territorios de Cisjordania (Samaria y Judea) y Gaza fueran parte de Palestina. Por supuesto, el criterio sobre estos territorios que ahora la OLP reclama, ha cambiado bastante. Es para el año 1968 cuando la OLP modificó su Constitución y agregó los territorios de Cisjordania y de Gaza dentro del territorio que reconocía como parte de Palestina. La razón de estos cambios de criterio se debe a que en 1964 Egipto estaba ocupando ilegalmente el territorio de Gaza y Jordania estaba ocupando ilegalmente el territorio de Samaria y Judea. Sin embargo, en 1967 se detona la guerra de los 6 días, durante la cual, los israelís se apropiaron de los territorios de Judea, Samaria y Gaza. Razón por la cual, la OLP decidió entonces, apropiarse de ese territorio.

Es importante remontarnos a los antecedentes de la guerra de los seis días, los que podemos localizar en la derrota del Imperio Turco Otomano y la creación del Mandato Británico de Palestina. Para el año de 1948, después del holocausto, la ONU decide dividir Palestina en dos territorios: una parte árabe y otra parte judía, lo que dio el nacimiento de Israel. Por supuesto, esto fue tajantemente rechazado por los países árabes, quienes el mismo día de la proclamación del estado de Israel, iniciaron una guerra contra el naciente estado israelí. La guerra del 48, concluyó con la victoria del estado de Israel, quien extendió sus fronteras más allá de lo que estaba establecido por la resolución de la ONU. Por su parte, Egipto ocupo el territorio de Gaza, y Jordania ocupo el territorio de Cisjordania. Otro antecedente a la guerra de los 6 días fue el conflicto del canal de Suez en el que Israel, con la ayuda de Francia y el Reino Unido atacan al Egipto de Nasser, tras su decisión de nacionalizar el canal de Suez. En mayo de 1967, Egipto pide que se retiren las fuerzas militares del Sinaí que habían sido puestas por la ONU después del conflicto del canal de Suez. Ante la negativa Nasser, que deseaba la destrucción del estado de Israel, bloqueo los estrechos de Tiran, paso vital para el abastecimiento de Israel. Además, Nasser inicio movilizaciones militares en el Sinaí. Esto provocó que el estado de Israel desplegara, el 5 de junio de 1967, un ataque aéreo masivo en el que bombardeo las principales bases militares de Jordania, Irak, Siria y, principalmente, Egipto. Seguido, por la invasión de la península del Sinaí y la franja de Gaza. Al final de los 6 días de invasión, Israel se había apropiado de los territorios de Samaria y Jordania. El conflicto continuó en las posteriores guerras del desgaste y del Yom Kippur. Para 1978, Israel le devuelve a Egipto la península del Sinaí a cambio de que este le reconozca como un estado legitimo. Y para 1994, Israel le cede a Palestina los territorios de Gaza y Cisjordania.

Si bien en la zona de lo que hoy es el estado de Israel han existido judíos desde las épocas de Canaán, los asentamientos empezaron a crecer a partir del final del zarismo. A finales del siglo XVIII, se establecieron zonas de exclusión para judíos en Rusia, Países Bálticos, Polonia y Ucrania, en donde habitaban marginados el 98% de la población judía. Para el siglo 19, los judíos sufrieron los pogromos, o matanzas masivas. Al detonar la revolución rusa, los judíos tuvieron la oportunidad de huir de esas Zonas de exclusión. Con la influencia del socialismo y la idea de un modelo de igualdad social, muchos judíos de Rusia y Ucrania migraron a lo que consideraban como su madre patria y empezaron a establecer comunidades de corte comunal llamadas kibutz -la semilla del estado de Israel- en un territorio que aún era parte del imperio Turco Otomano. Estos asentamientos de judíos socialistas buscaban formar una sociedad ideal, igualitaria y con los principios marxistas, a pesar de que Marx y su filosofía fuese fuertemente antisemita. Es de aquí que surgirá la ideología política y económica en la que se formo inicialmente el estado de Israel. Poco antes del holocausto nazi se dará en Palestina la revuelta árabe de 1936-39 que junto con el holocausto nazi o Shoa, terminará provocando que la ONU decida la división del mandato británico de Palestina en una parte árabe y otra parte judía. Los musulmanes que habitaban en Palestina no toleraban el crecimiento de los asentamientos judíos, a pesar de que desde hacia siglos cohabitaban y ellos mismos les habían vendido muchas de las tierras a esos judíos. De esta revuelta que duro tres años, surgieron lideres importantes como el judío David Ben-Gurion. Quien empezó a crear una buena organización social, la cual serviría como base para las diversas instituciones del futuro estado de Israel. Cuando los británicos separaron el territorio, Ben-Gurion fungió como el primer ministro de Israel. Ben-Gurion, si bien fue un buen líder, era marxista y toda la gente a su alrededor también lo era. Por ello es que al inicio el modelo que rigió fue el de un alto intervencionismo. Ben-Gurion, inicialmente aspiraba a un estado del todo marxista, sin embargo, al ver que el proyecto marxista acababa convirtiéndose en dictaduras, especialmente ante el caso de Stalin, es que Israel se va poco a poco alejando del marxismo y se acerca mucho al laborismo ingles y, en general, a la social democracia de izquierda. Este modelo socialdemócrata de izquierda, muy hacia el laborismo inglés, va a cambiar hacia un modelo cada vez más capitalista con la llegada de Menajem Beguin en 1977. Y será a partir de 1996 cuando Israel adoptará un modelo francamente liberal en lo económico.

Por su parte, Palestina está dividido en dos gobiernos. Cisjordania está controlada por el partido Al Farah, quien preside la Autoridad Nacional Palestina, que es el órgano reconocido como estado por la ONU. En este bando podemos encontrar al famoso Yasir Arafat. en este territorio podemos encontrar un mínimo estado de derecho basado en la ley básica propuesta por Yasir Arafat y basada en una versión secular de la Sharía. En cambio, la franja de Gaza esta controlada por el grupo terrorista HAMAS. Responsables de los ataques con misiles a Israel y de los atentados terroristas. HAMAS domina a la población en base a una versión estricta la ley islámica de la Sharía. En lo económico, también hay dos palestinas. En Cisjordania la economía es bastante activa y hay una relación comercial muy positiva con Israel, pues el cese al conflicto se logro hace ya muchos años. Incluso se acepta como moneda oficial el shekel israelí. La relación económica es tal que se calcula que hasta el 40% de la población de Cisjordania ha llegado a trabajar en algún momento en Israel. De hecho, todos los días miles de palestinos se movilizan a Israel para ir a trabajar, pues los salarios son mas altos que en palestina y la movilización es segura y fácil. Por supuesto que Israel es el principal socio económico de Cisjordania. Y si bien en Cisjordania tienen un PBI per cápita 11 veces menor que en Israel, aun así, están al nivel de marruecos o Túnez. En la Franja de Gaza, simplemente viven en un contexto de pobreza y de falta total de desarrollo económico. Y se sustentan de los apoyos de países aliados como Qatar. Obviamente que de este lado de Palestina no existe ninguna relación comercial ni de ningún tipo con Israel.

En 1996 Benjamín Netanyahu se convierte en el primer ministro de Israel, y llegó con una visión revolucionariamente liberal. Desde su primer año, su prioridad número uno fue bajar el déficit público lo más posible. Además, se enfocó a privatizar los bancos y las grandes empresas públicas; y suprimir los controles de capitales. Por ejemplo, en aquel momento los israelís tenían fuertes restricciones sobre la cantidad de dinero que podían sacar del país; así como la cantidad de moneda extranjera que podían comprar. En 2003, ahora como ministro de finanzas, Netanyahu congeló el gasto publico y puso en marcha una enorme reducción de impuestos. Por ejemplo, redujo el impuesto sobre beneficios de las empresas y el impuesto sobre la renta, ambos a la mitad. Redujo el impuesto sobre la renta de un 64% a un 44% en dos años. Para 2009, cuando volvió al poder, retomó estas políticas y redujo aún mas los impuestos; disminuyó el gasto publico y eliminó un buen porcentaje de la burocracia. Además, logró una importante mejora en las relaciones con los países árabes y entorno menos hostil con algunos de sus vecinos. Sin embargo, a pesar de sus aciertos en lo económico y en algunas políticas exteriores, también ha cometido el terrible error de apoyar e incluso promover y patrocinar los asentamientos ilegítimos en Cisjordania, incrementando las tensiones con Palestina. Además de aliarse en los últimos años a la facción más radical de los judíos ultraortodoxos, produciendo el gradual acercamiento de la derecha más radical a los puestos de más influencia en Israel.

A pesar de que en Israel hay una población tremendamente retrograda, como lo son los judíos ultraortodoxoss que sigue basándose en la mitología judía y que generan problemáticas ideológicas como el no usar autos ni transporte público en sabbat porque está prohibido encender fuego ese día, incluida la combustión del combustible de los vehículos o el fuego de las estufas. O la negación a que haya servicios públicos ese día pues su mitología manda no tener actividades en sabbat, aun así, Israel se ha convertido en una tierra de muchísima innovación. Ejemplo de ello es que a pesar de estar en medio del desierto y que el 60% de su territorio es desierto, los israelís han logrado desarrollar una muy importante industria agrícola. A partir de los años 50, se inició un proyecto de acueductos que cruzaba todo el país. Sin embargo, el giro copernicano de dio en 2006 cuando se decidió pasar la gestión del agua de los políticos a la agencia de la autoridad del agua de Israel. Esta agencia funcionó con criterios de mercado: quitó el subsidio al agua y con ese dinero se resolvieron las fugas en donde se perdía hasta el 30% del agua -tal como pasa en México- y, además, desarrollaron tecnologías como el riego por goteo, la desalinización del agua del mar y la reutilización de las aguas residuales; e Invirtieron en el desarrollo de semillas transgénicas como las que se pueden regar con una mezcla de agua dulce y salada. Israel es el tercer país con más empresas tecnológicas cotizadas en el NASDAQ. Y solo Silicon Valley le supera en cuanto a desarrollo tecnológico, con más de 4000 empresas enfocadas al desarrollo tecnológico. Es decir, Israel es una de las mayores potencias tecnológicas. Israel ha duplicado su población desde 1980, multiplicó por 4 el número de empleos y ha crecido económicamente a una tasa media anual del 4%. De tal forma que su PBI per cápita es superior a países como España o Italia.

En conclusión, el conflicto por la legitimidad de judíos y musulmanes por el territorio de Palestina es un sinsentido por parte de ambos. Los judíos habitan esas tierras desde antes de la llegada del Imperio Romano, cuando aún era el territorio de Canaán. Y los musulmanes lo habitan desde la llegada del imperio Turco Otomano. El problema, en realidad, es resultado únicamente de la intolerancia religiosa y el fundamentalismo. Además tanto la mitología judía como la mitología islámica carecen de cualquier fundamento historico. Aun así, es evidente que han sido los israelís quienes han sabido cómo prosperar económica y socialmente al adoptar políticas más liberales y seculares de lo que sus vecinos palestinos.

“Confundir nuestras propias construcciones e invenciones con leyes eternas o decretos divinos, es uno de los mas fatales delirios de los hombres” – Isaiah Berlin

Por el escritor y analista Tonatiuh Viniegra R. 
Twitter: @Ronin_Tonatiuh

Por Víctor H. Becerra

Presidente de México Libertario y del Partido Libertario Mx. Presidente de la Alianza Libertaria de Iberoamérica. Estudió comunicación política (ITAM). Escribe regularmente en Panampost en español, El Cato y L'Opinione delle Libertà entre otros medios.

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