América Latina sufre una nueva decádencia, al perder las libertades y la democracia a manos del autoritarismo y el socialismo, que hoy se apoderan del poder sin tanta acción ni resistencia por parte de las organizaciones que dicen trabajar en pro de la libertad.

En Cuba, Venezuela, Nicaragua la palabra socialismo es sinónímo de muchas tragedias, tales como la persecución política, el robo de las elecciones, el aumento de los niveles de pobreza… no cabe duda que los modelos de esos países han fracasado, mientras sus regímenes buscan enriquecerse, y sus habitantes migran, huyendo de lo que llevó a cada país al abismo, al hambre, al desempleo, a la alta inflación.

Los gobiernos autoritarios lo que buscan es generar miles de miedos y angustias, a fin de hacer perder la enorme esperanza de los individuos de reconstruir las libertades y el desarrollo eficaz que genere mayores riquezas sociales y culturales.

Por eso ahora esas dictaduras (como la venezolana) se ponen a negociar bajo presión y establecen mesas de diálogos pero son régimenes criminales y autoritarios que ha impedido que a su país lleguen las medicinas, los individuos tengan la plena libertad de ejercer y pensar distinto, de hacer unas elecciones, libres, transparentes y bajo la vigilancia de cada ciudadano. Lo que buscan al “negociar” es implícitamente volver a engañar a su propio pueblo. Para qué una mesa de diálogo en medio de tanto miedo, zozobra, bajo una narco-dictadura que cíclicamente empodera a criminales de lesa humanidad.

El chavismo destruyó a Venezuela cruelmente. El pueblo creyó por desgracia en un modelo narco, corrupto, hambriento de poder y destructor del futuro de miles de personas que se levantaban a trabajar para construir y buscar un mejor futuro. Los gobernantes populistas no piensan en el pueblo, sino en sus bolsillos, en cuidar todo lo que se roban del pueblo, mientras pisotean la Constitución que ellos escribieron a fin de hacer lo que a ellos se les venga en gana.

Aquel narco corrupto que hundió a su propio país en violencia, hambre, corrupción debería estar pagando por todo los daños que le ha causado a su pueblo.

Cada gobernante corrupto y mentiroso que ha sepultado a su nación en las peores tragedias sociales, merece ser castigado por tanta crueldad y maldad.

La libertad y la democracia no se vende por nada en el mundo. La lucha por un mejor país con plena garantías y con la oportunidad de bienestar para todos, es el mejor ejercicio que pueda existir.
El mejor subsidio que pueda tener un ciudadano es la libertad, con un empleo y una educación para ser más crítico y mejor preparado, para así contundentemente demostrar que si quiere a su país se deben defender sus libertades.

Dorieth Alfaggeethd Aponte Piñeros: Activista político defensor de la democracia y la libertad.

Por Víctor H. Becerra

Presidente de México Libertario y del Partido Libertario Mx. Comunicación política (ITAM). Escribe regularmente en Panampost en español, El Cato y Asuntos Capitales entre otros medios.

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