Hace 6 años escribí un artículo, muy fuerte, contra Peña Nieto, con el título: “El agandalle del PRI”, en el cual referí cómo pese al descarado apoyo del gobierno federal y del estatal, Peña sólo pudo imponer a Alfredo del Mazo sobre Delfina Gómez, por medio de las más sucias maniobras fraudulentas, el apoyo de otros partidos de esa época, como el mercenario Verde, el control sobre los órganos electorales locales, y solo por una muy pequeña diferencia, de 33.56 % contra 30. 78%, o sea, sólo 169 mil 167 votos. Además lo que hacía más dudoso el resultado, fue que las encuestas coincidían en que ganaría Morena.


La campaña de 2017 de Morena en el Estado de México, fue más una precampaña de López Obrador que de Delfina, y por ello lo que se preveía era que como resultado de esa contienda llena de irregularidades, habría fuertes conflictos poselectorales, como tomas de carreteras y vialidades, etc., para pedir la nulidad de las elecciones; dada la fuerza de Morena ya entonces, tal vez lo hubieran logrado.

Pero extrañamente no hubo conflictos poselectorales: se dejó que Del Mazo llegará a la gubertura, y ya en la Presidencia López Obrador, la relación entre el presidente morenista y el gobernador priista ha sido muy cordial, y el presidente le ha dejado hacer al gobernador todo lo que ha querido, lícito y no lícito, y el gobernador ha apoyado al presidente en lo que también ha querido, por ejemplo en la cancelación del aeropuerto de Texcoco y la construcción y puesta en funcionamiento del Aeropuerto Felipe Angeles.

Aunque el presidente lo niega, hay quienes señalan que recién hubo un acuerdo entre el gobernador Del Mazo y el presidente López Obrador, para entregar la importante plaza del Estado de México, a cambio de una embajada, por ejemplo.

Claramente se vio que muchos priistas, viejos y jóvenes, se pasaron a Morena en esta elección, que no se apoyó a la candidata Del Moral, por ejemplo; a mí, varios exalumnos que trabajan para el gobierno del estado, y que desean seguir trabajando en este gobierno, me dijeron en corto, que se les pidió que operarán a favor de Delfina. Así es presumible y notorio que sí hubo acuerdo.

La duda es si este acuerdo es reciente, o el acuerdo se dio desde hace 6 años y fue entre Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador.

En mi suposición, López Obrador pactó que si se le dejaba sin problemas llegar a la Presidencia, y que en 6 años llegara a la gubernatura Delfina, él aseguraría que no habría problema poselectoral en el Estado de México, que no haría nada en contra de Enrique Peña Nieto, ni de Videgaray, y se dejaría que Alfredo del Mazo gobernará sus 6 años completos.

Después vimos, en apoyo a nuestro supuesto, como Peña puso de candidato del PRI a la Presidencia a un muy buen tecnócrata, pero muy mal candidato y político. Que inició las acciones penales contra el candidato del PAN, Ricardo Anaya, para apoyar a López Obrador, y reconoció rápidamente el triunfo de López Obrador y le entregó el poder en forma muy tersa.

Por su parte, AMLO, salvo su ridícula e inútil consulta popular para preguntar si se juzgaba o no a los expresidentes, no ha hecho nada contra Peña, y dejará que Del Mazo concluya su gobierno, incluso anunció que lo acompañará a la inauguración de un tramo del Tren a Toluca.

Así, en mi opinión, sí hubo un pacto para que ganara Delfina, pero éste no fue reciente: se firmó hace 6 años.

Mario Rosales Betancourt, abogado y Maestro en Derecho. Profesor de la asignatura de Derecho en la FES Acatlán de la UNAM y en la UAM-Azcapotzalco.

Por Víctor H. Becerra

Presidente de México Libertario y del Partido Libertario Mx. Comunicación política (ITAM). Escribe regularmente en Panampost en español, El Cato y Asuntos Capitales entre otros medios.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *