La propuesta de que los Ministros de la Corte sean electos directamente «por el pueblo», en la práctica abriría la posibilidad de que fueran políticos, partidos, grupos de interés y hasta el crimen organizado, como el narcotráfico, los que influirían y determinarían a los Ministros de la Corte.

Si tuviéramos una ciudadanía que votara de manera libre, informada, totalmente participativa, con plenos conocimientos de las funciones y de la importancia de los Ministros de la Corte, y de las capacidades profesionales y morales de quienes pudieran realizar con eficiencia e imparcialidad las tarea de un ministro de la Corte, sería una buena idea que fueran electos directamente.

Pero la verdad es que no vivimos una democracia, sino una partidocracia, en la que solo podemos elegir a quienes determinan e imponen los partidos políticos, y quienes ganan es por el apoyo del caudillo, de los partidos y gracias a una propaganda que es muy costosa, y por ello influye mucho el apoyo económico que se tenga.

Y con ello, en la práctica, si se eligiera a los Ministros, quien ganaría sería el que más apoyo económico y político tuviera, y este apoyo pudiera venir por ejemplo del crimen organizado, o de políticos corruptos, que les conviene tener Ministros de la Corte, que les deban favores para llegar a su cargo.

Democracia es el gobierno en beneficio del pueblo. Por ello Aristoteles distingue entre la forma pura de gobierno, que es la democracia, en la que se busca y logra el bien común, de la demagogia, forma impura en que se manipula al pueblo, no para el bien común, sino para un grupo o individuo demagogo.

La democracia así, no implica que se use para todo el método de la elección universal y directa, sino que se use el método de elección que sea el que mejor asegure el bien común, y no en todo y para todo, es el de la elección universal, ya que en muchos casos es inconveniente y muy dañino, porque surgen demagogos que la pervierten, y manipulando la debilidad, ignorancia, buena fe, necesidad o ambición de los más, imponen a quienes le conviene al demagogo y no al pueblo en su totalidad.

Mario Rosales Betancourt, abogado y Maestro en Derecho. Profesor de la asignatura de Derecho en la FES Acatlán de la UNAM y en la UAM-Azcapotzalco.

Por Víctor H. Becerra

Presidente de México Libertario y del Partido Libertario Mx. Presidente de la Alianza Libertaria de Iberoamérica. Estudió comunicación política (ITAM). Escribe regularmente en Panampost en español, El Cato y L'Opinione delle Libertà entre otros medios.

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