Es preocupante la grave crisis socio-política que conlleva el que un país se convierta en un narco-estado, tal como evidencia el caso de Nicaragua, con la dictadura militar de los Ortega-Murillo. Mientras el mundo está más pendiente de un partido de fútbol, en Centroamérica se dispone a echar raíces un modelo político que en otras latitudes y épocas, sólo ha producido hambre, miseria y persecución por pensar diferente
La religión y el periodismo independiente se han expresado en contra de una dictadura que abraza a la delincuencia y secuestra la democracia y la libertad.
En contraste, muchas organizaciones de Derechos Humanos está siendo cómplices de un régimen criminal y lleno de sangre que acribilla a su pueblo y acalla a sus críticos por pensar diferente. Al parecer, esas organizaciones está más interesados en los bienes económicos y no en la lucha por una democracia participativa y transparente.
No se alucina al llamar criminal a quien con sus manos llenas de sangre y de impunidad, se apodera del poder a punta de terrorismo y vulnerando los derechos humanos, que es lo que ha venido pasando en Nicaragua durante los últimos años.
Al respecto, no hay nada que celebrar en una América Latina empoderada por el hampa y por gobernantes corruptos y sucios que enriquecen sus bolsillos con plata del narcotrafico, que han callado frente a la tragedia nicaragüense. Ya es demasiado tarde para abrir los ojos: no sólo Nicaragua está secuestrada por un narcogobierno, sino que ese modelo político se está convirtiendo en la norma generalizada en nuestros países.
Ojalá que el mundo empiece a despertar del régimen socialista que carcome a los países y los lleva al abismo y la violencia, que acaba las riquezas económicas transformándolas en subsidios y empobrecimiento de millones de ciudadanos.
Ojalá la ONU y la OEA dejen de ser cómplices de dictaduras militares, sino que además sean quienes encabecen la defensa de la libertad y la democracia a nivel mundial y de nuestra región.
Tenemos una dura tarea y es seguir levantando nuestra lucha y nuestra voz en contra del socialismo.
Dorieth Alfaggeethd Aponte Piñeros: Activista político defensor de la democracia y la libertad.