A contrapelo de las críticas y ataques en su contra, la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Lucía Piña Hernández, fue galardonada este pasado domingo 14 de mayo, con el Premio Derechos Humanos 2023, que le fue entregado por la Asociación Internacional de Mujeres Juezas (IAWJ, por sus siglas en inglés).
La condecoración le fue otorgada a la también presidenta de Consejo de la Judicatura Federal (CJF) por “el compromiso asumido para asegurar la implementación de principios de derechos humanos y otros referentes significantes para avanzar en la justicia para mujeres, niñas, niños y familias”, según detalló la SCJN.
La juez mexicana fue nominada y votada por las más de 10 mil 400 integrantes de la IAWJ, provenientes de todo el mundo, y que se reunieron en Marrakech, Marruecos, del 11 al 14 de mayo para celebrar su decimosexta Conferencia Bienal, cuyo tema principal fue “Mujeres juezas: logros y desafíos”.
Al recibir el galardón, la ministra señaló: «En momentos como los que vivimos en todas nuestras latitudes, ante la zozobra por la fragilidad de lo ganado, este año nos llevamos también la seguridad de que estamos juntas haciendo un frente común por la defensa de la constitucionalidad democrática en nuestros países».
«Por la defensa de la independencia y la autonomía judicial como baluartes de nuestras libertades», indicó.
Texto completo de la ministra Piña Hernández al recibir el premio.
El pasado 2 de enero, Piña Hernández se convirtió en la primera mujer en presidir la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el Consejo de la Judicatura Federal.
Empero, el mandato de la ministra ha sido objeto de críticas, burlas, infundios e insultos por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador y de sus simpatizantes, por supuestamente, propiciar la “corrupción” en el Poder Judicial, aunque en realidad se tratan de ataques por su postura en contra de proyectos y resoluciones contrarias a los intereses del gobierno y de su llamada «Cuarta Transformación».
El galardón recibido por la ministra es un importante reconocimiento a su trayectoria y una muestra concreta de solidaridad de las juezas en el mundo, en contra del totalitarismo, la misoginia y los insistentes intentos por menoscabar la independencia judicial en México desde el poder Ejecutivo.