En México Libertario lamentamos la muerte del escritor cubano Carlos Alberto Montaner, acaecida el pasado 30 de junio. Montaner fue un entrañable amigo de nuestra organización y defensor de los países latinoamericanos amenazados por las distintas formas de totalitarismo.
Autor de varios libros muy reconocidos: Manual del perfecto idiota latinoamericano (en conjunto con el colombiano Plinio Apuleyo Mendoza y el peruano Álvaro Vargas Llosa), de El regreso del idiota y de Las raíces torcidas de América Latina, además de otros casi treinta libros, como La libertad y sus enemigos, Perromundo, Viaje al corazón de Cuba y Otra vez adiós, entre otros.
Montaner fue un gran activista político, en defensa de las libertades en América Latina y de Cuba, donde fue fundador de la Unión Liberal Cubana y vicepresidente de la Liberal International. En varias ocasiones, fue reconocido como una de las personalidades latinas más influyentes en EEUU. Fue también profesor universitario. Su trabajo fue distinguido por diversas universidades e instituciones liberales/libertarias, como el Doctorado Honoris Causa que le entregó la Universidad Francisco Marroquín en 2007.
Fue perseguido político por el castrismo, que lo encarceló en 1960 y lo condenó a 20 años de presidio, de donde logró escapar. La persecución duró hasta el fin de sus días, con mercenarios pagados por las embajadas cubanas para interrumpir las diversas conferencias y presentaciones que hacia alrededor del mundo.
En sus últimos años, vivió entre Miami y Madrid, publicando regularmente en periódicos como El Miami Herald y otros múltiples diarios de toda Iberoamérica.
El último artículo de Montaner y su despedida de sus lectores, fue una defensa de la muerte asistida y la eutanasia: https://www.elindependiente.com/opinion/2023/07/03/carlos-alberto-montaner-una-vida-libre-y-una-muerte-digna/?utm_source=share_buttons&utm_medium=twitter&utm_campaign=social_share
Recordaremos a Carlos Alberto con su enorme generosidad y su valentía para enfrentar las calumnias y los ataques de sus enemigos declarados, los hermanos Castro y sus propagandistas. Su ejemplo y su obra serán siempre objeto de consulta y de devoción para los latinoamericanos libres, y lo será también para todos los cubanos, cuando se acabe el régimen de oprobio y corrupción que hoy los oprime.