Un análisis sucinto sobre las implicaciones del principal lema de la derecha: “Dios, patria y familia”
“Es difícil liberar a los necios de las cadenas que veneran” – Voltaire


En los últimos años, en diversos entornos políticos de varios países, se ha dado un fuerte resurgimiento del lema ya clásico en los movimientos de derecha: “Dios, patria y familia”. En esta ocasión vamos a dar un breve repaso por los personajes que han utilizado este famoso lema o que sin haberlo usado explícitamente, han basado su ideología en los valores tradicionales de dios, patria y familia. Este, es un lema que ha sido utilizado muchas veces a lo largo de la historia y que ha servido como base ideológica en varias ocasiones.

Nos interesan sobre todo las implicaciones ideológicas que conlleva este lema; así como las implicaciones políticas derivadas de aquellos modelos que han utilizado este lema como base ideológica de sus movimientos. También consideraremos algunas cuestiones relacionadas a este lema, como lo es la batalla cultural, el socialismo de derecha y el estado de bienestar iniciado con Bismarck. Por supuesto que Mussolini es el principal personaje al que todos identificamos con este lema, ya que fue el principal marco ideológico del fascismo. Sin embargo, han habido muchos otros personajes que lo utilizaron, como lo fue Oliveira Salazar en Portugal o Francisco Franco en España. Actualmente es usado por Giorga Meloni, Viktor Orban, Santiago Abascal e incluso por el mexicano Eduardo Verástegui. Por la vigencia de este lema y por su relación con varias dictaduras en el pasado, es importante analizar el trasfondo de este lema, así como sus implicaciones cuando se usa como base ideológica en la política.


Algunos de los lideres que usaron el lema “Dios, patria y familia” son: Antonio de Oliveira Salazar. Fue un dictador que gobernó Portugal desde 1932 hasta 1968. Salazar implantó un régimen autoritario que denominó como “El Estado Novo”, el cual promovía valores conservadores católicos. El régimen de Salazar buscaba mantener un fuerte control sobre la sociedad y promover los valores tradicionales. Y para ello uso el lema “dios, patria y familia”. Rafael Trujillo, este tirano, gobernó República Dominicana desde 1930 hasta su asesinato en 1961. Durante su régimen, promovió la idea de que su gobierno era el defensor de los valores tradicionales dominicanos, incluyendo la religión católica y la importancia de la familia tradicional. Trujillo utilizó el lema “dios patria y familia” como parte de su propaganda para consolidar su poder y reforzar su autoridad.

Francisco Franco. Franco gobernó España desde 1939 hasta 1975. Durante su régimen, promovió constantemente el lema “dios, patria y familia”, junto con otros lemas como “una, grande y libre” “viva cristo rey” y otros. El franquismo fue un movimiento conservador que uso a la religión y la moral como medio de control sobre las masas.

Fulgencio Batista. Este dictador cubano gobernó la isla durante dos periodos: 1940-1944 y 1952-1959. Y principalmente fue durante su segundo mandato que su régimen se identificó con valores conservadores y promovió la idea de “dios, patria y familia”. Alfredo Stroessner. Fue un dictador de Paraguay desde 1954 hasta 1989. Su gobierno fue autoritario y promovió con convicción los valores conservadores, incluyendo la religión católica, la unidad nacional y la familia tradicional. Anastasio Somoza García. Fue un dictador de Nicaragua que, al igual que su hijo, Luis Somoza, promovieron los valores conservadores y tradicionales. Marcos Pérez Jiménez. Otro ejemplo lo tenemos en un dictador venezolano previo a Hugo Chávez. Este dictador gobernó de 1952 a 1958. Su gobierno basó su discurso en los valores de la familia tradicional y en la importancia de la religión católica en la sociedad. Juan Domingo Perón. El dictador argentino utilizó el lema Dios, patria y justicia social. Se formó con Mussolini y es en Italia, bajo el fascismo, en donde se forma militar e ideológicamente. Su gobierno incorporó elementos de los valores conservadores, el nacionalismo y la familia tradicional, junto con ideas de justicia social. Y, en general, todos los regímenes militaristas de argentina se fundamentaron en la defensa y la promoción de los valores tradicionales. Augusto Pinochet. Dictador chileno desde el golpe militar en 1973 hasta 1990. Promovió a lo largo de su dictadura los valores religiosos, enfatizando el nacionalismo, la familia tradicional y la importancia de la religión católica.


Por supuesto, también debemos mencionar a Benito Mussolini. Dictador italiano quien junto con Francisco Franco y Oliveira Salazar, son los máximos representantes del lema “dios, patria y familia”. En la línea de Mussolini, debemos mencionar a Hitler, quien, aunque no utilizó el lema, si fue un ferviente promotor de los valores tradicionales cristianos. Hitler tomó como parte central de su ideología los valores de la familia tradicional, la patria y la moral cristiana, la que consideraba como la base moral del movimiento nacional socialista de obreros alemanes. Otros lideres autoritarios que promovieron los valores tradicionales fueron personajes como Anton Pavelic, líder de Croacia durante la segunda guerra mundial. Su régimen estaba fuertemente influenciado por el nacionalismo, el catolicismo, el ideal de la familia cristiana y los valores tradicionales. Finalmente podemos mencionar a Ion Antonescu. Dictador fascista de Rumania, también durante la segunda guerra mundial. Aunque no utilizó el lema “dios, patria y familia”, fue un férreo promotor de los valores tradicionales y el nacionalismo, y apoyo muchísimo a la iglesia ortodoxa rumana.
En la actualidad, tenemos a varios lideres políticos que han adoptado explícitamente el lema “dios patria y familia”, y otros tantos que, sin haber adoptado el lema, promueven estos valores. Ejemplos los tenemos en Giorga Meloni, quien recientemente llego al poder en Italia. También tenemos al ex presidente de Brazil, Jair Bolsonaro. Por supuesto al expresidente Donald Trump y al gobernador de Florida Ron DeSantis. Junto con otros lideres más como Santiago Abascal de Vox, Marine Le Pen en Francia, Mateo Salvini en Italia, Viktor Orban en Hungría y otros tantos lideres que usan como bandera los valores tradicionales.
Ahora, ¿cuál es la cuestión sociológica aquí? ¿Por qué habría algún problema al encumbrar estos valores? ¿Cuáles son las implicaciones sociales, culturales, políticas e incluso económicas de adoptar ese lema?
Si entendemos que la derecha y la izquierda se diferencian, no por su conservadurismo -pues han existidos regímenes de izquierda ultra conservadores, como lo fue la Unión Soviética y la China de Mao-, sino por el tipo de organización social a la que aspiran: La derecha busca una organización social que sea jerárquica y vertical; mientras que la izquierda busca una organización social que sea horizontal e igualitarista. Entonces, podemos ver que el modelo “dios, patria y familia” corresponde a una organización social jerárquica y vertical. Y es que, cuando se asume que, en una sociedad, el único dios valido es el de mi religión, el único modelo de familia es el modelo en el que yo creo y que mi modelo ideal de nación, o un trapo de colores, están por encima de las vidas de los individuos que viven en un lugar, entonces ya desde ahí se esta aspirando a una organización jerárquica de la sociedad. por que no solo existe la creencia en un solo dios ni en una religión ni una sola forma de interpretar tal o cual escritura sagrada. Y el poner por encima de todas las demás religiones, de todos los demás dioses y de todas las demás escrituras sagradas, aquel dios, religión y escritura sagrada en la que un grupo de personas creen, implica invalidar a todos los demás que creen en cosas distintas. Es poner todo aquello que converge con tus creencias en la cima de todo, mientras que a lo demás se ve por debajo. Lo mismo pasa con el modelo de familia tradicional judeo-cristiano: puede ser que en una sociedad el modelo tradicional judeo-cristiano sea el que la mayoría practique, sin embargo habrá personas que sean musulmanes, mormones o de otras denominaciones y tendrán modelos de familias distintos. E incluso habrá quienes no basen su modelo de familia en la religión y creen sus propios modelos, como sucede con el poliamor, las relaciones abiertas y el matrimonio homosexual. Con lo cual, poner un modelo de familia por sobre de cualquier otro, implica crear una organización social vertical respecto a este aspecto. Siguiendo sobre esta misma línea, también cuando un tipo de sexualidad se considera por encima de cualquier otro tipo de sexualidad, y cuando los valores morales de un grupo se ponen por encima de los valores morales de los demás grupos e individuos, se está creando una organización jerárquica de los valores morales y de la sexualidad, en donde habrá valores morales y sexualidades de primera y de segunda categoría. Y, por ende, todo ello llevará a una sociedad en donde habrá ciudadanos de primera, segunda y tercera categoría. Por todo lo anterior, entro otros puntos más, es que todo modelo que tome como base el lema “dios, patria y familia” será un tipo de organización jerárquica, autoritaria, discriminatoria y alejada los principios liberales, humanistas e ilustrados más fundaméntales que han permitido que las sociedades desarrollen derechos y tolerancia.


Además, este punto de partida siempre conlleva a modelos de fuerte intervención estatal en lo económico. Estas posiciones de superioridad moral sirven siempre como una excelente justificación para expandir el tamaño del estado e intervenir la economía en diversos aspectos. para ejemplo, tenemos las restricciones migratorias y los aranceles a las importaciones que el gobierno de Donald Trump impuso durante su mandato. No hay que olvidar que todos los fascistas como Mussolini, Hitler, Franco y Salazar, entre otros, recurrieron a estos discursos morlaistas para justificar la intervención del estado en los mercados. Al final, cuando se busca borrar la diversidad, la diferencia y la individualidad, para homogeneizar a toda una población; cuando en nombre de dios, patria y familia se colectiviza a los individuos de un país, negando su diversidad y su alteridad, se acaba cayendo en un tipo de socialismo. Pero, ya no es un socialismo de izquierda, sino un socialismo de derecha. y es que, si bien estamos mucho más acostumbrados a hablar de socialismo de izquierda, es poco frecuente que se reconozca con claridad que también existe un socialismo de derecha. y generalmente este tipo de socialismo -el de derecha- suele utilizar el lema “dios, patria y familia” como justificación moral para la colectivización de los individuos, la expansión del estado y la intervención irrestricta en la economía. No por nada se dice que la moral sirve como disfraz para imponerse y controlar a los demás. La moral siempre ha sido un pretexto muy útil para justificar la intervención estatal de los mercados y el control de la economía por parte de los políticos.
Lo anterior nos lleva al socialismo de derecha y la batalla cultural de Otto von Bismarck. Generalmente cuando se habla de estado de bienestar, se le suele asociar con la izquierda por los regímenes marxistas. Sin embargo, es poco sabido que quien por primera vez implementó un estado de bienestar como tal, fue el canciller de hierro, Otto von Bismarck. Y si bien ya existían precedentes de estado de bienestar en Suecia e incluso ya desde hacía siglos antes en china, lo cierto es que Bismarck fue quien concreto del todo este modelo, basándose en las tesis de pensadores como Ferdinand de la Salle -amigo cercano de Karl Marx-, los historicistas alemanes y los partidos socialistas cristianos de Viena y Alemania. El estado de bienestar moderno le debe a Otto Von Bismarck cosas como el sistema de pensiones, la seguridad social e incluso el matrimonio civil. De hecho, el matrimonio civil fue parte de su batalla cultural contra la iglesia católica. Recordemos que en aquel momento aun persistan los conflictos entre protestantes y católicos. Y tratando de quitarle influencia a la iglesia católica, Bismarck creo la institución del matrimonio civil, tan solo para restarle poder a la iglesia católica. El hecho es que el gobierno de Bismarck fue un modelo de organización social fuertemente jerárquico y vertical, lo que le sitúa -Acorde al criterio ya planteado (derecha=modelo de organización social jerárquica, izquierda=modelo de organización horizontal)- en el espectro político de la derecha. Y, a la vez, fue un modelo basado en un muy alto nivel de intervención del estado en la economía, en la cultura y en la vida social, religiosa e individual. Y si definimos al socialismo como un grado muy alto de intervención del estado en la sociedad, entonces podemos situar al gobierno de Bismarck y a su estado de bienestar en el espectro del socialismo de derecha.

A este tipo de socialismo hace referencia el gran economista liberal Ludwig von Mises, pero también hace referencia a ello en repetidas ocasiones y en diversas obras, Karl Marx. Mises hablaba en su obra “Socialismo” de un socialismo religioso, conservador, de elites. Y Marx, en su obra “Manifiesto comunista” hablaba de un socialismo burgués y jerárquico. Con lo cual, podemos decir, con el respaldo de la historia, que la derecha, el socialismo de derecha, fue el padre del estado de bienestar; mientras que la izquierda, el socialismo de izquierda, fue la madre del estado de bienestar.


En conclusión, el problema del lema “dios, patria y familia” radica en el establecimiento jerárquico de la sociedad en donde un único modelo de dios, un único modelo de patria, un único modelo de familia y, en general, un único modelo de vida buena y de moral, se imponen sobre todos los demás modelos; y sobre de las vidas de todos aquellos individuos que quieran vivir su vida en base a criterios distintos a ese modelo impuesto sobre toda la sociedad. por supuesto que esta concepción de la sociedad es totalitaria, autoritaria y contraria a los valores de la ilustración, del humanismo y del liberalismo, valores que han permitido el progreso de nuestras sociedades. Esa concepción de una moral superior, una estética superior y de ciudadanos de primera, segunda y tercera categoría es lo que ha justificado desgracias como lo fue la Alemania nazi y la Italia fascista. La intolerancia a la diversidad, a la individualidad, a la alteridad y a la libre autodeterminación -que está implícita en el lema “dios, patria y familia”-, conlleva graves problemas para el sano desarrollo de nuestras sociedades y de nuestras economías, pues justifica políticas de fuerte intervención estatal. Si queremos seguir avanzado en modelos de democracias liberales, debemos apostar por la libertad individual; y dejar de lado los modelos colectivistas, ya sean de izquierda o de derecha.


“No hay dos individuos sobre la faz de la tierra que tengan la misma idea de Dios”- Barón de Holbach

Tonathiu Viniegra: escritor y analista. 

Twitter: @Ronin_Tonathiu 

Por Víctor H. Becerra

Presidente de México Libertario y del Partido Libertario Mx. Comunicación política (ITAM). Escribe regularmente en Panampost en español, El Cato y Asuntos Capitales entre otros medios.

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