En 2024 se cumplirán diez años desde que se bautizó una plaza con el nombre de Ludwig von Mises en San Floro, en la provincia de Catanzaro, que ya había celebrado en Soverato la igualmente importante dedicación en 2010 de una calle al gran científico y economista austriaco.
Hace diez años, en 2014, San Floro, un pequeño municipio de la provincia de Catanzaro, dedicó una plaza a Ludwig von Mises, uno de los mayores pensadores liberales del siglo XX.
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Un gesto que no era solo una celebración formal, sino una invitación a reflexionar sobre el valor de su pensamiento, especialmente en un contexto como el de Calabria, marcado por dificultades económicas y una burocracia asfixiante.
La dedicatoria a Mises, conocido por sus obras fundamentales, especialmente ‘El socialismo’ y ‘La acción humana’, adquiere un profundo significado simbólico. Defensor de la libertad individual y feroz crítico del control estatal, nos recuerda que el libre mercado es el único sistema capaz de asignar los recursos de forma eficaz y justa. Este mensaje es especialmente relevante en Italia, donde el intervencionismo estatal domina el debate político y económico.
San Floro ha decidido homenajear al científico social austriaco por su contribución revolucionaria. En una región como Calabria, donde la interferencia del Estado a menudo ha obstaculizado el desarrollo económico, ahogado la iniciativa privada y alimentado el estancamiento económico, su pensamiento representa una visión liberadora. La plaza dedicada a él es una invitación a reflexionar sobre un modelo de crecimiento basado en la responsabilidad individual y la propiedad privada, un reto para los territorios donde las injerencias políticas y la falta de oportunidades son barreras para el desarrollo. Calabria, pues, con sus desafíos, podría ser el laboratorio ideal para demostrar que menos Estado y más libertad pueden ser la clave para superar las dificultades económicas que aquejan a la región.
Este décimo aniversario es también una oportunidad para redescubrir la pertinencia de su pensamiento, para comprender que, en un mundo cada vez más atraído por las sirenas del socialismo económico y de las políticas asistencialistas, su lección sigue siendo un baluarte para quienes defienden la libertad individual, la cooperación voluntaria y el libre mercado, que garantizan la equidad y el desarrollo para todos, no sólo para unos pocos privilegiados.
El aniversario trae a la memoria otro momento significativo anterior representado, en 2010, por la denominación de una calle con el nombre de Mises en Soverato (Catanzaro).
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Los dos lugares, la plaza de San Floro y la calle de Soverato, representan raras censales en el paisaje italiano, donde la cultura liberal ha luchado por encontrar espacio. Sin embargo, su existencia atestigua que el mensaje del gran austriaco puede resonar incluso en zonas alejadas de los centros de poder político y económico, señalando un camino diferente.
Porque como él nos recordaba: «Las ideas y sólo las ideas pueden iluminar la oscuridad» y sobre todo esto: «No hay otro medio para mejorar las condiciones de la sociedad que el de abolir el intervencionismo y el dirigismo y poner en su lugar la libertad económica, el sistema de propiedad privada de los medios de producción, el mercado sin trabas y la cooperación pacífica de los ciudadanos. Sólo el capitalismo, el sistema económico de la libertad puede garantizar la prosperidad y el bienestar de todos».