El historial de producción de energía, resultado de las ideas y el progreso tecnológico, es una prueba de que la abundancia de energía y la libertad económica son la clave del éxito.

Mientras se desarrollaba la COP29, la conferencia anual de la ONU sobre el clima, en Bakú , capital de Azerbaiyán , su epílogo fue un acuerdo complejo y difícil, marcado por profundas divisiones entre el Norte y el Sur del mundo, con críticas por la gestión y concesiones limitadas. , la prensa internacional ha vuelto a dar amplio espacio a una noticia verdaderamente extraordinaria: el récord de producción de la cuenca de hidrocarburos de Vaca Muerta, crucial para el futuro económico de Argentina y, más en general, para el contexto energético mundial. Esta región, rica en gas y petróleo no convencionales, emerge como uno de los principales centros de desarrollo energético del mundo . El acceso a estos recursos ha sido posible gracias a ideas innovadoras, investigaciones, tecnologías avanzadas e inversiones específicas, que han permitido explotar el potencial de un área hasta ahora considerada poco accesible.

Su éxito, sin embargo, no es sólo técnico. También trae consigo lecciones más amplias, vinculadas al concepto de abundancia energética y el papel central de la energía en el desarrollo económico de un estado. Como la sudamericana que, consciente de que no hay progreso sin energía , y que ésta es el motor de la civilización moderna, ha optado por invertir en el sector estratégico indicado, obteniendo resultados notables.

Además, lejos de ser sólo una cuestión de cantidad de recursos, el caso del mencionado yacimiento es un ejemplo de cómo el acceso a energía abundante y de bajo costo también puede transformar la economía de una nación. En particular, en el caso del país andino , la producción de combustibles ha reducido drásticamente su dependencia de las importaciones, haciéndolo más autónomo energéticamente. Y esto representa uno de los puntos fuertes de la abundancia energética: reducir la vulnerabilidad y garantizar la estabilidad económica.

El otro deriva del hecho de que, con el aumento de la producción , puede convertirse en un actor importante en el mercado global, pudiendo exportar su producción y así generar más riqueza.

Por no hablar de los efectos adicionales que el acceso al gas y al petróleo repercuten en la calidad de vida y en la economía de la sociedad, que, pudiendo acceder a recursos abundantes y fiables, puede sustentar un crecimiento constante, garantizar el empleo, innovar y mejorar el bienestar. de sus ciudadanos. El crecimiento económico, la prosperidad y la reducción de la pobreza dependen, en gran medida, de este factor crucial: sin energía, de hecho, no hay desarrollo ni bienestar, como destacó el economista estadounidense Albert Epstein , que escribió: » Se presta poca atención jamás se ha prestado atención a los beneficios generados por la energía barata y confiable procedente de combustibles fósiles […] Y los beneficios de tener energía confiable y barata disponible para alimentar las máquinas de las que depende nuestra civilización son enormes”.

Aparte de lo dicho anteriormente, se puede y se debe extraer otra lección importante de la historia que nos ocupa : la abundancia energética no es un concepto estático, sino dinámico. En este sentido, Julian Simon , autor del importante The Ultimate Resource, enseñó que los recursos nunca están verdaderamente “terminados”.

La tecnología y el ingenio humano pueden transformar lo que antes parecía limitado en abundancia: “El recurso supremo – subrayó – es el ingenio humano: las mentes y habilidades que pueden, a través de la innovación y la creatividad, transformar lo que aparentemente es limitado en algo abundante. No son los recursos físicos los que limitan el progreso económico, sino más bien la falta de conocimiento e inventiva.»

La cuenca patagónica es un claro ejemplo de todo esto: gracias a innovaciones como la fracturación hidráulica , la región ha podido acceder a recursos considerados inalcanzables hace sólo unos años, demostrando que la escasez no es una condición inevitable, sino un límite que puede superarse mediante el progreso tecnológico .

Este enfoque debería servir como lección para otras naciones, especialmente aquellas ricas en recursos naturales pero frenadas por regulaciones restrictivas o una visión demasiado pesimista del futuro. La explotación de los recursos no debe temerse, sino alentarse, siempre que se haga con inteligencia y responsabilidad. La innovación, combinada con una política económica que mejore el mercado y abra la inversión, es la clave para transformar el potencial energético en un verdadero motor de crecimiento. Además de su impacto económico, los mismos recursos también juegan un papel geopolítico , dado que, como en el caso argentino, mejoran la capacidad productiva de un país, su estabilidad económica y lo colocan en una posición de mayor fortaleza frente a sus socios internacionales, reduciendo al mismo tiempo, dependencia de las fluctuaciones de los mercados energéticos internacionales y fortalecimiento de la independencia.

En esencia, en un mundo globalizado cada vez más competitivo y marcado por crisis energéticas, la capacidad de una nación para gestionar mejor sus recursos representa una ventaja estratégica decisiva, tal como lo demuestra el campo patagónico, con su producción récord, que pone de relieve cómo la riqueza energética puede traducirse al poder y un papel más fuerte en las relaciones internacionales.

Por lo tanto, su primacía simboliza la importancia de políticas con visión de futuro e inversiones en innovación tecnológica y en un acceso amplio y conveniente a la energía, ofreciendo una advertencia clara: el futuro pertenece a aquellos que tienen el coraje de innovar, de explotar plenamente su potencial energético, transformando los recursos naturales. recursos en una palanca de estabilidad y desarrollo, de prosperidad y bienestar duraderos.

Agradecemos al autor el permiso para publicar su artículo, publicado originalmente en L’Opinione delle Libertà: https://opinione.it/economia/2024/11/29/sandro-scoppa-bacino-patagonia-innovazione-tecnologica-risorse-naturali

Sandro Scoppa: abogado, presidente de la Fundación Vincenzo Scoppa, director editorial de Liber@mente, presidente de la Confedilizia Catanzaro y Calabria.
Twitter: @sandroscoppa

Por Víctor H. Becerra

Presidente de México Libertario y del Partido Libertario Mx. Presidente de la Alianza Libertaria de Iberoamérica. Estudió comunicación política (ITAM). Escribe regularmente en Panampost en español, El Cato y L'Opinione delle Libertà entre otros medios.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *