Una mirada a algunos de los contextos políticos del inicio de la descolonización de África

“Perder la propia individualidad y convertirse en un mero engranaje de una máquina, esta por debajo de la dignidad humana” – Mahatma Gandhi

Una de las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial, fue el fin de las colonias en África y Asia. A partir de los años 40s, empieza el proceso de independencia de las colonias en África, con lo cual surgieron diversos líderes y diversas ideologías.

Durante esta etapa, muchos de los territorios de África se verían enfrentados a tres graves problemas: La lucha por liberarse del control de los países europeos que les tuvieron sometidos por siglos, los conflictos étnicos y la influencia de las ideas socialistas. Esta combinación de factores acabaría engendrando, en muchos lugares, terribles dictaduras militares, interminables luchas de poder, escasez económica, falta de progreso tecnológico y total inestabilidad institucional. África es un continente con grandes recursos de todo tipo, además de ser el segundo continente mas poblado. Sin embargo, es un territorio que, salvo algunas excepciones, no a logrado desarrollarse desde que se iniciaron las independencias a partir de la segunda guerra mundial. Y esto se debe a diversos factores como la falta de estado de derecho, la falta de división de instituciones y de poderes, la falta de mercados libres, el control estatal, la corrupción y la burocracia, la falta de democracia y de pluralidad política e ideológica y la falta de tolerancia a la diversidad, entre otras. Pero, todos estos factores, tienen un trasfondo cultural que ha sido y sigue siendo un caldo de cultivo para todas estas situaciones, y no es sino la tan arraigada cultura colectiva en la que se basan las diversas tradiciones, etnias y culturas de África. Esto podría parecernos banal y poco relevante, más la realidad es que en África las guerras entre etnias han provocado brutales matanzas, como lo fue el genocidio de Ruanda en el que la etnia Hutu extermino al 70%, es decir aproximadamente a un millón de personas pertenecientes a la etnia Tutsi entre el 7 de abril y el 15 de julio de 1994. El arraigo de las identidades colectivas vuelve muy difícil la tolerancia y la convivencia entre personas de diferentes culturas, etnias, tradiciones y religiones. Además, vuelve muy difícil que los individuos se desarrollen, pues están sujetos a la colectividad que les dicta cada aspecto de sus vidas. Provocando, con ello, que sean sociedades muy susceptibles a dictadores y populistas que juegan con la polarización de las masas.

Cuando hablamos de socialismo en África, es importante señalar que han habido dos corrientes: la marxista-leninista y la del llamado socialismo africano, que es una mezcla de marxismo-leninismo con el nacionalismo, la mística, las tradiciones y religiones de cada lugar. La identificación de los pueblos africanos con el socialismo se debió, según declararon varios de sus líderes, a que, a diferencia del libre mercado, el socialismo era mucho más compatible con la tradición colectivista y las identidades colectivas de África.

Para iniciar nuestro recorrido por África, abordaremos el cazo de Tanzania y el dictador socialista Julius Nyerere. Nyerere gobernó Tanganica siendo aún una colonia británica, hasta que se independizo en 1961. Fue elegido primer ministro en 1962 con el 92% de los votos. Y posteriormente unifico Tanganica con Zanzibar, formando la republica unida de Tanzania en 1964, cuando se convirtió en su presidente. Nyerere logro una gran aprobación popular gracias a su fuerte discurso anticapitalista y busco el apoyo de la china de Mao, a quien admiraba y en quien se inspiro para muchas de sus políticas. El proyecto de mayor inspiración maoísta fue el Ujamaa, un proyecto de nación en el que busco copiar a la china de Mao, pero manteniendo las tradiciones y espiritualidad tanzanas. Este proyecto consistió en la nacionalización de bancos, industrias y empresas. Y se crearon granjas comunales a las que obligo a trasladarse a los campesinos, como hiciera Mao. Literalmente, obligo a desplazarse a estas granjas colectivas a 11 millones de campesinos, y para que no opusieran resistencia alguna y no tuvieras más a donde ir, quemo sus casas. Además, impidió que existiera ningún tipo de oposición política. Y por supuesto no existía libre prensa. Las ejecuciones no requerían ni siquiera de un juicio y acabaron siendo brutalmente masivas. Nyerere se dedicó a exterminar a cualquier opositor que se atreviera a asomar siquiera la cabeza. En cuanto a lo económico, antes de la implementación del Ujamaa, Tanzania estaba a la par de Corea del Sur. Pero después del Ujamaa su economía quedo completamente estacada. Al final, el proyecto socialista y humanista de Julius Nyerere acabo convirtiéndose, como siempre, en una dictadura más.


Otro dictador socialista que llego al poder con un discurso humanista fue Robert Mugabe, quien en 1980 se hizo presidente de Zimbawe y se mantuvo con el control del país hasta el 2017, cuando por fin lograron quitarlo del poder. Mugabe llego al poder gracias a su promesa de combatir al capitalismo y al colonialismo. Durante todos sus años de mandato acuso a sus opositores de ser traidores vendidos a los intereses de los occidentales, y en especial a los intereses de Reino Unido, a quien culpaba de la mayoría de los problemas económicos del país. Mugabe siempre se hizo pasar por el mayor protector de los intereses del pueblo frente a los intereses extranjeros y de las clases altas. Sin embargo, sus bonitos discursos no evitaron que Zimbawe llegara a la tasa de hiperinflación mas alta del mundo, ni que Mugabe llevara a cabo limpiezas étnicas como lo fue el genocidio llamado gukurajundi en el que más de 20,000 personas de la etnia de los Matavele fueron brutalmente asesinadas, pues Mugabe era de la tribu rival, los Sonha. Mugabe implemento una revolución agraria en la que expropio las tierras con la promesa de darselas a los más pobres, aunque terminaron en manos de sus colaboradores. Provocando que la producción agrícola del país se fuese a pique. Y como si no fuese suficiente, Zimbawe llego, de la mano de Mugabe, a la cifra del 90% del desempleo. Algunas otras cifras que ilustran el gran fracaso del proyecto socialista de Mugabe son las siguientes: 75% de la población en la pobreza, 30% de los niños con retraso en el crecimiento, 231,000,000.00 % de inflación anual solo en el año 2008, 50% de reducción en el producto interno bruto solo entre 2000 y 2008. El promedio de vida cayo de 62 años en 1980 cuando llego Mugabe a 43 años, además se disparó a cifras muy alarmantes la epidemia de VIH.

En Ghana, Kwame Nkrumah, uno de los principales líderes políticos del periodo postcolonial, el socialismo también fue implementado como sistema económico y político en el país. Nkrumah buscaba una completa apropiación de la economía por parte del estado, con lo que se impuso una gigantesca lista de restricciones, controles y regulaciones sobre las importaciones, las transferencias de capital, la industria, el salario mínimo, los poderes de los sindicatos, los precios, las rentas y los tipos de interés. Además, el gobierno de Nkrumah nacionalizo a las empresas privadas. Como podemos imaginar, los recursos y las empresas fueron pesimamente mal administradas y la corrupción fue rampante. Se produjo una alta inflación y la económica quedo completamente estancada.

Modibo Keita fue nombrado jefe de gobierno de la federación de Mali el 20 de julio de 1960. Y el 22 de septiembre proclamo la independencia del sudan francés, transformándose en la republica de Mali, asumiendo Modibo Keita la presidencia del nuevo estado. Keita inicio una gradual socialización del país, comenzando por la agricultura y el comercio. En 1960 creo la sociedad maliense de importación y exportación, que tenia el monopolio de la exportación de los productos nacionales, de la importación de los productos manufacturados y de los bienes alimentarios como el azúcar, el té y la leche en polvo. Así como el monopolio de toda la distribución de los productos al interior de Mali. Ya para 1962, con la acuñación de su propia moneda, provoco un fuerte problema de inflación que genero muchos descontentos en la población. Esto provoco la primer rebelión tuareg, una población al norte de Mali que exigía reconocimiento por parte de los gobernantes. La represión por parte del gobierno de Keita fue completamente brutal. Según un antropólogo que visito la zona, la brutalidad de la represión llevada a cabo por el ejército maliense “ha dejado trazos dolorosos en la memoria colectiva, de manera particular en Kidal, y ha nutrido de un resentimiento profundo en el seno de muchas familias de esta zona afectada por las masacres que tuvieron lugar”. Además de la represión, se impuso una ley marcial y una administración militar en toda la zona. Y como es común en todas las autocracias, Keita persiguió sin cuartel a todos los críticos y opositores a su gobierno. En 1968 Keita es sacado del poder por un golpe de estado que impuso una dictadura militar, la cual habría de durar diez años.

Yakubu Gowon ocupa el décimo puesto en la historia entre los dictadores mas sanguinarios, con 1.1 millones de seres humanos asesinados bajo su mandato. En enero de 1966, tras el motín que derroco al entonces primer ministro de Nigeria, Balewa, se constituyó un gobierno militar y Gowono fue nombrado jefe del estado mayor del ejército. Pocos meses después dio un golpe de estado para quedarse con el control del país. Para el 30 de mayo del año siguiente, 1967, se levanto en armas la provincia oriental del país, proclamando la secesión y el surgimiento de la república independiente de Biafra. Esto provocó una respuesta tan violenta por parte de Gowono que, para reprimir la secesión, extermino a mas de un millón de personas, principalmente de la etnia Igbo. Además, como resultado de la violencia en la zona, la economía quedo destruida, lo que llevo a morir de hambre en los siguientes años a aproximadamente 3 millones de personas, más otros 4 millones que se exiliaron. Es para enfrentar esta crisis humanitaria que el medico francés Bertrand Kouchner crearía la ONG médicos sin fronteras. Sin embargo, el contexto era tal, que la organización no logro hacer mayores avances a pesar de sus esfuerzos. Sobra decir que las políticas de Gowono no fueron en lo más mínimo liberales ni en lo económico, ni en lo político ni en lo cultural. Al contrario, su gobierno se baso en un duro control estatal.

Mengistu Haile Mariam fue presidente de Etiopia entre 1987 y 1991. En el año 2008 la corte de su país le condeno a muerte por el genocidio cometido durante la campaña de represión llevada a cabo entre 1977 y 1978 en la que extermino a todos sus opositores. Sin embargo, se retiró a vivir en el exilio en Zimbawe donde siempre gozo de la protección por parte del expresidente Robert Mugabe. Su mandato es culpable de uno de los peores genocidios africanos. Las campañas de represión y exterminio de Mengistu cobraron la vida de más de 1.5 millones de personas, campañas que fueron apoyadas por el ejercito de cuba y de la Unión Soviética. Mengistu era abiertamente un marxista-leninista que creía en las ideas del socialismo y de la planificación central. Es por ello que, como respuesta a las crisis alimentarias, tomo la decisión de forzar al regreso de las formas tradicionales de agricultura junto con un control centralizado, decisión que provocó la peor hambruna de la historia en etiopia.

Marien Nouabi se hizo con el poder de la República del Congo en 1969, y su primer acto como presidente fue cambiar el nombre del país a Republica Popular del Congo, declarando que desde ese momento era el primer país marxista-leninista del continente africano. Nouabi impuso la política de partido único, reprimió a sus opositores, como todos los autócratas y, por supuesto, mantuvo el control centralizado de la economía y una enorme burocracia. La falta de institucionalidad, de estado de derecho, la centralización de la economía, la falta de derechos humanos y de inversiones extranjeras, han mantenido al Congo, hasta la fecha, en un contexto de completa pobreza, inestabilidad y guerrillas.

Un último ejemplo que vale la pena mencionar es el caso de Somalia bajo el mandato del dictador marxista-leninista Mohamed Said Barrer y el Partido Socialista Revolucionario de Somalia que gobernaron al país desde su independencia en 1976 hasta 1991. La lista de países africanos que han pasado por el socialismo y de políticos socialistas es muy larga. Y aunque muchos de los regímenes socialistas no sobrevivieron a la caída de la URSS, aún quedan algunos. La cultura colectiva de África y el resentimiento por todos los siglos de abusos durante la etapa colonial, propicio que las poblaciones africanas se identificaran con la narrativa socialista, dejándose llevar por los diversos lideres y sus promesas utópicas. Desgraciadamente solo sirvió como medio para crear dictaduras, exterminar opositores y que unos pocos tuvieran el control y el poder sobre todos los recursos y todas las personas.

En conclusión, el fracaso del socialismo en África, como lo ha sido en cada lugar en el que se ha implementado, causo miseria, inestabilidad, hambrunas, pobreza y violencia. Si bien este ha sido un muy pequeño vistazo, podemos ver que estos patrones se repiten en toda África. Y cuando no ha sido el socialismo, han sido las dictaduras militares que han controlado y centralizado todo en busca de mantener el poder en manos de unos cuantos. Así, podemos ver con claridad que el problema de África no es la falta de recursos, sino la falta de división de poderes, la falta de un estado de derecho, la falta de instituciones, el exceso de burocracia y de corrupción y la falta de un mercado libre. Pero, sobre todo, el problema de fondo es la falta de tolerancia a la individualidad y a la diversidad. Lo que les impide convivir pacíficamente entre las diversas etnias, así como la construcción de instituciones inclusivas y el desarrollo de mercados y de entornos en los que poder colaborar para el mutuo progreso.

“El mercado no es un invento del capitalismo. Ha existido por siglos. Es un invento de la civilización” – Mikhail Gorvachev

Por el escritor y analista mexicano Tonatiuh Viniegra R. 


Twitter: @Ronin_Tonatiuh

Por Víctor H. Becerra

Presidente de México Libertario y del Partido Libertario Mx. Comunicación política (ITAM). Escribe regularmente en Panampost en español, El Cato y Asuntos Capitales entre otros medios.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *