Cuando una ciudad dedica una calle a la reflexión sobre la elección individual, no celebra el pasado: invoca el futuro. Ocurrió en Soverato hace quince años, y ese gesto sigue siendo muy elocuente hoy.
Quince años pueden parecer poco tiempo en la vida de una ciudad , pero se convierten en mucho tiempo cuando se trata de símbolos . El 20 de noviembre de 2010 , frente a un gran público y un verdadero parterre de roi de figuras institucionales , académicas y culturales, en un ambiente de gran emoción y participación, Soverato inauguró oficialmente la calle dedicada a Ludwig von Mises , transformando ese día en un verdadero Día de Mises : un momento en el que académicos , ciudadanos y curiosos se reunieron para recordar cómo la libertad de elección era más relevante que los clichés que la rodeaban. Fue una iniciativa pionera : la primera calle del mundo dedicada al gran economista y científico social austriaco, nacida en una Calabria que nadie imaginó capaz de enviar una señal tan clara a favor del individuo y los límites del poder.

No hubo un capricho cultural en esa elección , sino más bien el reconocimiento de una verdad básica : toda comunidad prospera cuando deja espacio a la iniciativa individual y cuando evita convertir la norma en un obstáculo . En Soverato, este principio no se quedó en una abstracción . Quien decidió nombrar esa calle era muy consciente de que la intervención pública excesiva , las normas que invaden la esfera privada y las barreras burocráticas que pretenden reemplazar las decisiones individuales terminan debilitando la vitalidad social . La decisión de dedicar una calle a Mises destacó una verdad a menudo pasada por alto : la vida de una comunidad se basa en la espontaneidad de las relaciones y la libertad de decidir, no en la gestión vertical .
Muchos lo entendieron de inmediato. La prensa local dio amplia cobertura al evento, reconociéndolo como una señal capaz de devolver la esfera privada , la autonomía individual y su rol en la vida comunitaria al centro del debate público. Ese día desencadenó una reflexión que trascendió el mero comentario, y continuó alimentando discusiones , intervenciones y debates, demostrando cómo esa placa había tocado un punto crucial : una ciudad crece cuando sabe cuestionar la relación entre las decisiones individuales y el poder, entre la libertad y la restricción, entre la iniciativa y el control. Una comunidad que mantiene viva esta conciencia no se encierra en sí misma, no se rinde, no retrocede: continúa buscando oportunidades para un crecimiento real, basado en las capacidades individuales y no en patrones impuestos desde arriba.
Hoy, ese debate es más relevante que nunca. Europa vive en un clima de creciente regulación: gobiernos e instituciones multiplican los controles, registros y autorizaciones, alimentando una tensión que recuerda exactamente lo que Mises explicó con claridad. Cuando el poder se expande desmesuradamente, limita el alcance de la acción humana y debilita la capacidad de las personas para dirigir sus propias vidas. La propia Calabria , a menudo asfixiada por restricciones, planes abstractos y procedimientos interminables, conoce el precio de esta interferencia. Por eso, la dedicatoria de 2010 sigue siendo contundente: nos recuerda que la prosperidad proviene de las personas , no del aparato.
Mientras tanto, el contexto general se ha transformado. Sectores económicos enteros han sido reescritos por regulaciones que pretenden anticipar el futuro en lugar de fomentar la innovación, mientras que el impulso para regularlo todo, desde la vivienda hasta los precios, desde el consumo de energía hasta la producción, revela una confianza decreciente en los ciudadanos y una confianza cada vez mayor en los mecanismos de control . En este escenario , la pequeña calle de Soverato adquiere un significado aún más precioso: nos recuerda que la libertad no es un lujo , sino la condición que permite que el conocimiento disperso en las mentes de las personas genere orden y desarrollo. Ninguna oficina pública puede reemplazar este proceso sin causar empobrecimiento . Esa calle , con vista al mar Jónico , se ha convertido en el símbolo de una Italia meridional , la punta de la bota , diferente de la retratada en los clichés . Una tierra histórica que no se contenta con simplemente invocar ayuda desde arriba, sino que entiende que el verdadero crecimiento llega cuando reducimos lo que obstaculiza la iniciativa, no cuando la encadenamos. Una Calabria capaz de acoger el mensaje de que la sociedad funciona cuando el poder sabe detenerse, cuando reconoce que existe una esfera que no le pertenece.

No es solo un legado teórico . Es una lección práctica que concierne a la vida cotidiana de las personas: la casa que quieres construir o alquilar sin tener que navegar por un laberinto; el trabajo que surge gracias a nuevas ideas ; la capacidad de elegir sin pedir permiso . Todas estas son expresiones de la acción humana cuya fuerza y dignidad describió el gran pensador vienés . Y todos son aspectos que la política debería proteger, no obstaculizar. Celebrar el 15.º aniversario de la calle dedicada a Ludwig von Mises no significa simplemente recordar un nombre grabado en una placa , sino devolver una dirección precisa al centro: una sociedad prospera cuando el poder deja de invadir y acepta limitarse, dejando a las personas la libertad de decidir . Este es el hilo que une la inauguración el 20 de noviembre de 2010 , cuando Soverato vivió un Día de Mises que hoy incluso parece profético , con el presente marcado por nuevas tentaciones de planificación .
Como el propio Mises enfatizó, « las ideas , y solo las ideas, pueden iluminar la oscuridad »: y es precisamente esta conciencia la que sigue dando sentido a esa elección. A través de Mises, sigue siendo una invitación a no perder de vista la dirección esencial: el crecimiento proviene de la fuerza de las personas , no de la expansión del aparato .
Agradecemos al autor su amable permiso para publicar su artículo, aparecido originalmente en L’Opinione delle Libertà: https://opinione.it/economia/2025/11/20/sandro-scoppa-via-mises-soverato-inaugurazione-15-anni
Sandro Scoppa: abogado, presidente de la Fundación Vincenzo Scoppa, director editorial de Liber@mente, presidente de la Confedilizia Catanzaro y Calabria.
X: @SandroScoppa
