Este 12 de agosto se cumplen los primeros 50 años de mi casa de estudios. De los cuales 44 he estado yo inmersa en ella, de una u otra manera.

Han sido 50 años de luz, de búsqueda disruptiva, de profundizar, de pasión por llevar el mensaje de lo que realmente es la libertad; y sabiendo que en esa búsqueda, en esos diarios diálogos socráticos en el día a día y en cada una de sus aulas, se va descubriendo que entre más conocimiento tengas, más aún te falta por conocer y descubrir. Según sabiamente lo decía Friedrich von Hayek.

Porque no es esencialmente el conocimiento lo que te dará la luz, sino que es la pasión con la que te involucres en descubrir e innovar. Porque la creatividad no tiene límites, más que los que tú mismo te puedas poner.

Ese espíritu de libertad merodea por todas las aulas y pasillos de la Universidad. Se siente, se respira, se vive.

Han sido ya 50 agostos en los que sus aulas han albergado a muchísimos jóvenes que con la mente bien abierta han mostrado su deseo de crecer, de innovar, de cuestionar y de darle rienda suelta a su creatividad.

Hace ya medio siglo que la Casa de la Libertad, como la llamamos, abre sus puertas a los sueños de tantos jóvenes, para que por ellos mismos encuentren la mejor ruta y manera de hacerlos realidad.

Han sido cinco décadas de descubrir que la grandeza anida en el interior de cada uno de los individuos y que cada uno tiene un esplendor singular.

En su cincuenta aniversario, en la UFM se continúa respirando el aire más puro y gratificante que existe, el de la libertad.

Visionario fue mi gran maestro y amigo, el Dr. Manuel F. Ayau C., quien junto a un equipo de soñadores y fervientes amantes de la libertad, tuvieron la osadía de lanzarse al ruedo y fundar la casa de estudios más innovadora.

De afuera y de adentro escuchamos siempre los más valiosos elogios sobre nuestra Universidad.

Hemos contado hasta la fecha, con cuatro visionarios y brillantes rectores:
Dr. Manuel F. Ayau C.
Lic. Fernando Monterroso
Ing. Giancarlo Ibargüen
Dr. Gabriel Calzada

Y un destacado y numeroso equipo de Decanos, Directores y Profesores que han formado y forman el tremendo equipo de la Universidad.

La búsqueda de la excelencia, y dentro de ese marco todo lo que se realiza en todas y cada una de sus aulas, es inspiración.

En la “U”, como le digo yo, en “LA MARRO” como le dicen los jóvenes hoy, se pueden ver y sentir más cerca las estrellas, por cuando en ella descubres que tus propias alas te pueden transportar hasta donde sea que desees llegar.

Y… después de estos primeros 50 AÑOS… ¿Qué? ¿Qué corresponde?

¡Volar aun más alto! ¡Y así será! Confiando cada quien en sus propios talentos y descubriendo nuevos.

Porque con la pasión, la convicción y la vehemencia con que nosotros creemos en la libertad, sabemos que inspirados en ella, a lo inimaginable podemos llegar.

Felices primeros 50 años mi amada Universidad Francisco Marroquín. ¡Gracias infinitas por TODO! Estás muy dentro de mí y de quienes hemos pasado por tus aulas.

“No dejo de soñar con que un día, Guatemala y todo su pueblo, prosperarán”. Manuel F. Ayau C.

Betty Lobos Bollat: Directora de la Bastiat Society en Guatemala.